transformación se viabiliza al distinguir que las tecnologías digitales se convierten en mediadoras
de experiencias de aprendizaje activo, colaborativo y significativo, donde el estudiante logra
apropiarse de los conocimientos para idear, crear y convertirse en líder de su proceso formativo.
Con respecto a los desafíos desde el contexto latinoamericano, se destacan importantes
consensos y políticas de organismos internacionales prevalecen barreras digitales asociadas con la
accesibilidad, uso, consumo y apropiación significativa de conocimiento, sumado a las brechas
sobre la alfabetización informacional (Alfin) y alfabetización digital (Alfadigi), aspectos que
representan impedimentos estructurales que inciden en los procesos de inclusión e integración al
sistema educativo superior en las regiones en LATAM. Como tal, la brecha digital, no es
únicamente tecnológica; por lo tanto, fomentar la cultura para la viabilidad de las pedagogías
activas se afianza como una de las respuestas a los desafíos. En consecuencia, resaltar procesos de
formación continua profesoral, la creación de espacios experienciales basados en las mejores
prácticas sobre pedagogías activas diferenciadas, se convierte en uno de los retos por consolidar.
De igual forma, se considera la necesidad de superar las frecuentes confusiones, sobre el uso
recreativo de redes sociales, con respecto a una efectiva Alfadigi académica. Sumado, a los
resultados de toma de decisiones que respondan incertidumbres sobre si, ¿el diseño de las
tecnologías educativas adoptadas, son inclusivas?, ¿estas se adaptan a realidades contextuales,
condiciones biopsicosociales y culturales de las regiones? ¿Contribuyen con la formación sobre
capacidades de creación, análisis crítico y ético en los procesos de investigación e innovación o
solo son consumidores? Interrogantes necesarias para una educación diferenciada y situada en el
marco de las prácticas de pedagogías activas y digitalizadas.
Desde una visión prospectiva, la educación superior en LATAM tiene una oportunidad
estratégica para liderar el cambio y superar la adopción de modelos de culturas diferentes. Para tal
efecto, el desafío transformador centrado en el uso y apropiación de las pedagogías activas
digitalizadas parte del compromiso de líderes, profesores e investigadores, quienes impulsan los
procesos de enseñanza y aprendizaje, que han de soportarse mediante políticas educativas
centradas en: (1) comprender la diferenciación entre la transformación digital y la dotación
tecnológica, (2) invertir en la formación continua profesoral, (3) renovar y desarrollar contenidos,
(4) fomentar la investigación educativa y evaluar sus efectos, (5) fortalecer comunidades de
conocimientos y práctica pedagógicas, (6) socializar de experiencias, desafíos y aprendizajes sobre
la implementación de pedagogías activas mediadas por tecnologías, (7) definir acciones que
documenten, analicen de forma crítica y evalúen las iniciativas de transformación pedagógica
adoptadas.
Finalmente, es necesario reconocer que la transformación educativa ha de responder a un
proceso permanente de interrogación, experimentación y mejora continua, donde la convergencia
de las pedagogías activas se apoya a partir de procesos evolutivos y distintivos mediados por las
tecnologías digitales, para lograr que cada programa, profesor e investigador diseñe trayectorias
formativas significativas, inclusivas y transformadoras que impacten en la formación de los futuros
profesionales.