Universidad del Zulia - Facultad de Humanidades y Educación
Encuentro Educacional
e-ISSN 2731-2429 ~ Depósito legal ZU2021000152
Vol. 31 (2) julio - diciembre 2024: 297-315
Proyecto educativo, formación de organizaciones innovadoras y sistema local
de innovación. Caso: municipio Maracaibo, estado Zulia, Venezuela
Elita Luisa Rincón Castillo1; Carlos Alberto Silvestri Vivas2 y
Carlos Eduardo López Carrasco1
1Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
2Núcleo Costa Oriental del Lago. Universidad del Zulia. Cabimas-Venezuela.
elitarincon@yahoo.com; silvestricarlos88@gmail.com; gapcel@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-5103-9875; https://orcid.org/0000-0002-7142-0964;
https://orcid.org/0009-0000-0212-7687
Resumen
Un proyecto educativo representa una vía que posibilita la conciliación de las aspiraciones de los
centros universitarios con las demandas de la sociedad. Este trabajo tuvo como objetivo formular
una propuesta de un proyecto educativo para la formación de organizaciones innovadoras como
impulso a la conformación de un sistema local de innovación en el municipio Maracaibo, Zulia-
Venezuela. Se utilizó una metodología de tipo proyectiva a través de un diseño documental. La
investigación se sustentó en las categorías de proyecto educativo (Villalobos, 2018; Delfino,
Terrero y Suzeta, 2015; Torres, 2009); organización innovadora (Salazar et al., 2019; Suárez,
2018; Rangel y Tinto, 2014) y sistema local de innovación (Caro, 2017; Erbes y Suárez, 2016;
González, 2010). Los entornos locales funcionan como incubadoras de innovación, ya que
cuentan con empresas que son elementos decisivos en los procesos de creación y difusión de las
innovaciones, así como entes públicos. Este hecho deja clara la existencia de la relación entre
innovación y territorio, ya que las empresas e instituciones forman parte de entorno localizados y
específicos, el desarrollo y la innovación dependen de: organización del territorio, interacción de
los agentes, dinámica de aprendizaje e historia local, singular y colectiva. En la actualidad, más
de la mitad de la población mundial es urbana y mucho de lo que será el futuro de la sociedad
humana se desarrolla en las ciudades, siendo relevante impulsar la innovación.
Palabras clave: Proyecto educativo; innovación; sistema local de innovación; organizaciones
innovadoras; desarrollo local.
Este trabajo forma parte de los resultados del proyecto de investigación denominado “Proyecto educativo
en innovación para el desarrollo local del municipio Maracaibo, estado Zulia-Venezuela”, adscrito al
Centro Experimental de Estudios Latinoamericanos “Dr. Gastón Parra Luzardo” (CEELA), unidad de
investigación del Vicerrectorado Académico (VAC) de la Universidad del Zulia (LUZ), Maracaibo-
Venezuela.
Educational project, formation of innovative organizations and local innovation system.
Case: Maracaibo municipality, Zulia state, Venezuela
Abstract
An educational project represents a way that makes it possible to reconcile the aspirations of
university centers with the demands of society. This work aimed to formulate a proposal for an
educational project for the formation of innovative organizations as a boost to the formation of a
local innovation system in the Maracaibo municipality, Zulia-Venezuela. A projective
methodology was used through a documentary design. The research was based on the categories
of educational project (Villalobos, 2018; Delfino, Terrero y Suzeta, 2015; Torres, 2009);
innovative organization (Salazar et al., 2019; Suárez, 2018; Rangel y Tinto, 2014) and local
innovation system (Caro, 2017; Erbes y Suárez, 2016; González, 2010). Local environments
function as innovation incubators, since they have companies that are decisive elements in the
processes of creation and dissemination of innovations, as well as public entities. This fact makes
clear the existence of the relationship between innovation and territory, since companies and
institutions are part of localized and specific environments, development and innovation depend
on: organization of the territory, interaction of agents, learning dynamics and history local,
singular and collective. Currently, more than half of the world's population is urban and much of
what will be the future of human society will take place in cities, making it important to promote
innovation.
Keywords: Educational project; innovation; local innovation system; innovative organizations;
local development. Introducción
Generalmente se argumenta acerca de la necesidad de convertir a los ciudadanos,
especialmente a los profesionales, en personas innovadoras y emprendedoras, con el propósito de
coadyuvar al desarrollo local y regional, hacer más independiente a un país, incrementar su
autonomía, diversificar la economía e integrarlo al comercio internacional; variables estas
dependientes en gran medida de la cultura social, económica y empresarial presentes en una
nación.
No obstante, se han diseñado pocas estrategias por parte del Estado venezolano, las
instituciones de educación universitaria y las empresas, para desarrollar la cultura de la
innovación, el emprendimiento y el desarrollo, así como para lograr el cambio de paradigma o de
representación social sobre lo que son las organizaciones empresariales y el rol de sus miembros
como forjadores del desarrollo (Araujo, 2010).
Ante esta realidad, el emprendimiento no debe ser una actividad ajena en la gestión
universitaria, dado que la planificación de su quehacer debe poner en práctica acciones con el
entorno, estableciendo alianzas universidad sociedad, a partir de la participación de los grupos
de interés que crean sinergia en el contacto con la institución, tales como: asociaciones
empresariales, cooperativas, empresas públicas y privadas, nacional como locales, entre otras
(Paz, Pinto y García, 2019).
Todo ello con el propósito de llevar a cabo programas socio-productivos que den lugar al
fomento del emprendimiento desde su interior hacia el entorno, comenzando a tomar relevancia
en sus actividades sustantivas suscritas en la agenda estratégica para ofertar servicios a la
sociedad; asimismo, en la subcontratación con fines tecnológicos e innovativos. El
emprendimiento debe sustentarse del vínculo entre el sistema educativo-empresa-Estado (Suárez
y Vera, 2015).
Por otra parte, dentro de los modelos interactivos surge la idea de sistemas de innovación. La
noción de sistema de innovación empieza a desarrollarse a fines de los años de 1970 y se termina
de estructurar al principio de los años de 1990 (Rincón, 2004). La caracterización de la
innovación como fenómeno interactivo, socialmente distribuido conlleva a calificarlo también
como sistémico (Scheel, 2012). Ello condujo a elaborar un enfoque o marco conceptual que ha
permitido avances significativos en el estudio y análisis de los procesos de innovación que se
conoce como el enfoque de los sistemas de innovación (Suárez, 2018).
En este sentido, a raíz de la emergencia de un nuevo paradigma tecnológico en la década de
los setenta del siglo XX y su consolidación en las dos cadas posteriores, en los estudios
teóricos de la innovación, se planteó una ruptura con la visión tradicional (lineal, ahistórica y
descontextualizada) hacia un enfoque interactivo y socialmente determinado, lo cual generó un
enfoque más acorde con las nuevas formas de producción.
Sobre estos principios emerge el enfoque del cambio tecnológico sistémico, en el cual se
concibe la innovación como un proceso acumulativo, incierto y de carácter social e interactivo
que se deriva del conjunto de esfuerzos desplegado por los distintos actores públicos y privados
del sistema. Desde entonces, distintos programas de organismos internacionales y planes
estratégicos de gobiernos nacionales han venido incorporando la categoría de sistema de
innovación (De Angelis, 2024).
Los análisis existentes sobre los sistemas de innovación constituyen un marco conceptual o
enfoque, más que una teoría (Rincón, 2009). El análisis sistémico del proceso de innovación
presenta una fundamentación teórica ecléctica, derivada de varias corrientes de pensamiento
económico: economía evolucionista, economía u organización industrial, teoría del crecimiento
económico endógeno, economía institucional, economía regulacionista, entre otras (Rincón,
2019).
Se trata de un conjunto de aportes más o menos articulados, con un claro propósito unificador:
explicar la dinámica del crecimiento y desarrollo sobre la base del cambio tecnológico y la
innovación, entendido como un proceso sistémico e iterativo que se plasma en un plano micro y
mesoeconómico, determinado a su vez por la dimensión macroeconómica. La falta de límites
claros en el desarrollo conceptual, de un cuerpo teórico unificado y de leyes fundamentales, son
tal vez, la principal ventaja del enfoque y evidencia su potencial como herramienta metodológica
para explicar y comprender tanto por qué un país, región, localidad o sector se ubica en un
determinado lugar dentro del ranking (categoría) de desarrollo y cuál fue el proceso que lo
condujo hasta allí.
De esta manera, el enfoque de los sistemas de innovación se presenta como una alternativa
conceptual que admite que la realidad económica es compleja, que la dinámica sistémica de la
innovación hace que no puedan reproducirse escenarios y que el camino del desarrollo depende
de la confluencia de voluntades públicas y privadas en un marco de relaciones de poder
asimétricas (Suárez, 2018).
Este trabajo tuvo como objetivo formular una propuesta de un proyecto educativo para la
formación de organizaciones innovadoras como impulso a la conformación de un sistema local de
innovación en el municipio Maracaibo (estado Zulia, Venezuela).
Fundamentación teórica
Est investigación está sustentada en los conceptos de proyecto educativo, organización
innovadora y sistema local de innovación, así como el ecosistema de la innovación en el marco
del entorno económico, político, social y sanitario mundial.
Proyecto educativo
Un proyecto educativo constituye un instrumento de planificación y gestión, que busca la
inclusión de la mayoría de los miembros de una comunidad educativa, permitiendo hacer viable
la visión y la misión de una escuela, a través de una programación de estrategias para mejorar la
gestión de sus recursos y la calidad de sus procesos, en función del mejoramiento de los
aprendizajes (Torres, 2009).
Por su parte, un proyecto educativo institucional representa una de las vías que posibilita la
conciliación de las aspiraciones de los centros universitarios con las demandas de la sociedad;
permitiendo la determinación de las prioridades de trabajo y de investigación, a como las
posibilidades de solución a los problemas con la integración de todos los agentes educativos
(Delfino, Terrero y Suzeta, 2015).
Para comprender que significa un proyecto educativo, se requiere identificar un cierto
problema a solucionar, sus orígenes y consecuencias, para luego, a partir de aelaborar un plan
que establezca los pasos a seguir a fin de hallar soluciones, que puede ser completa o temporal.
Se refiere a que este plan, comprende desde la elección del problema, su análisis, su
procedimiento y la muestra del informe de resultados, que contenga su engendramiento,
planeamiento, formulación de lo que se va hacer, su implementación y su valoración.
Un proyecto es una propuesta en la que se establece como motivo principal comprender, de
forma organizada y precisa, una dificultad educativa identificada en su realidad, por lo que se
propone cubrir con las necesidades existentes y utilizar todos los recursos disponibles y acatar
con respeto las limitaciones expuestas tanto económicas, como administrativas que ha impuesto
la institución.
La Organización de Estados Americanos (OEA), señala que un proyecto es considerado como
una actividad que se realizará en determinados sitios, con el fin de cumplir con unas metas
trazadas por una necesidad existente, y utilizando recursos que se les permita. En este sentido, un
proyecto educativo es una propuesta de índole educacional para ser ejecutado en un espacio y
tiempo determinado, contando con los recursos y logística básicos que permitan llegar a los
objetivos que nos proponemos (Villalobos, 2018).
Organización innovadora
Las empresas u organizaciones productivas, eje del desarrollo económico de los países de
occidente, requieren de condiciones industriales, sociales y ambientales especiales para poder
desarrollar su actividad de manera óptima (Suárez, 2018). Si no existen las condiciones de
localidad y/o regiones adecuadas, no se puede generar un desarrollo sostenido y sostenible. Esto
se manifiesta en países emergentes, en donde no existen los elementos, la voluntad política ni
empresarial para aprovechar en forma apropiada el impacto de la innovación en el desarrollo
económico y social de estas regiones o localidades.
Es por ello que, si se quiere hablar de innovación y de su impacto sobre el desarrollo local y
regional, se debe incluir la compleja dependencia de la innovación con la estructura política y
social de las regiones y localidades en donde se quiere implementar. Esto se ha experimentado en
innumerables intentos por apoyar a empresas que emergen y que se han constituido siguiendo
todos los estándares de mejores prácticas mundiales organizacionales y administrativas, pero que
se encuentran inmersas en un modelo de desarrollo de un país totalmente diferente y, hasta hostil,
de su estructura organizacional, operativa o de su propia estrategia de negocios.
El crecimiento económico de los países y sus regiones ha estado marcado en los últimos
tiempos por el emprendimiento y la innovación, los cuales constituyen agentes potenciadores de
la economía y la generación de empresas. En este sentido, es de sumo interés señalar la
importancia de la interrelación, interacción y la sinergia existente entre el innovar y emprender
para la creación de una diversidad de nuevas empresas (Salazar et al., 2019).
Las empresas se reinventan, continuamente, en la búsqueda de mejorar su desarrollo
económico, el desarrollo social, la calidad de vida de sus clientes y el entorno ambiental que les
rodea. La innovación juega un papel fundamental en esta dinámica empresarial. Las nuevas ideas
y oportunidades que se adoptan en las empresas las convierten en organizaciones capaces de
afrontar con éxito los desafíos del mundo actual. En las nuevas condiciones competitivas de
globalización e incertidumbre las empresas deben buscar fortalecer el papel de la innovación,
tanto en empresas establecidas como en la creación de nuevas empresas, para garantizar su
continuidad en el mercado (Rangel y Tinto, 2014).
Organizaciones innovadoras en América Latina
En recientes publicaciones, la innovación en las organizaciones se está poniendo de manifiesto
en los procesos de diseño como parte fundamental de los modelos de negocios (Verganti, 2008).
Esto se explica por qué está surgiendo en las organizaciones más exitosas una necesidad en
centrarse en los usuarios de los productos y servicios que generan. Asimismo, la revisión de
literatura destaca que las actividades que han generado innovación en organizaciones asociadas
son: el emprendimiento de base científica y tecnológica, la investigación cooperativa y las
innovaciones tecnológicas (Sutz, 2000).
Esto coincide con los avances en las últimas cadas, tanto de universidades como de otras
organizaciones, en sus procesos de investigación aplicada, propiedad intelectual y manejo de
patentes; todos estos aspectos claves para que dicha interacción se lleve a cabo de forma efectiva.
No obstante, en América Latina, se ha encontrado aversión al cambio por parte de todos los
actores de la innovación, como son las empresas y otras organizaciones, las universidades y los
gobiernos, así como cierta desconfianza de las empresas respecto al aporte que pueden hacer las
universidades y otras instituciones de ciencia y tecnología a la innovación. Aunque, se observa
que estos aspectos han venido variando en los últimos años.
Adicionalmente, la región de Latinoamérica se ha caracterizado por una limitada actividad
investigativa y deficiencias en la infraestructura tecnológica y en la demanda de ésta, tomando en
cuenta que las economías de la región siguen soportadas en su gran mayoría en actividades de
tipo tradicional, con insuficientes avances en tecnología y procesos. Lo anterior contrasta con lo
que sucede en el contexto norteamericano, donde especialmente en Estados Unidos, existe un
engranaje de oferta y demanda de servicios tecnológicos y transferencia de conocimiento entre
universidades y empresas (Morales, Pineda y Ávila, 2012).
En concordancia con lo expuesto, se evidencian desarticulaciones entre el sector productivo y
el académico en las regiones de Latinoamérica, Asia y aún en Europa; debido a limitaciones en
las capacidades de transferencia de conocimiento, a limitaciones en la interacción y a discusiones
ideológicas frente al involucramiento de las universidades en la generación de innovaciones
direccionadas al mercado.
Sistema local de innovación
El enfoque de los sistemas de innovación se inscribe dentro del marco general de la teoría
económica de la innovación, cuyo objeto de estudio es el fenómeno de la innovación (valga la
redundancia) y el cambio tecnológico, sus determinantes e impacto en el crecimiento y desarrollo
económico. El enfoque de los sistemas de innovación también tiene similitudes teóricas con otras
ramas de la economía como la organización industrial, el desarrollismo y estructuralismo y las
nuevas teorías del comercio internacional (Erbes y Suárez, 2016).
Aunque se trata de un enfoque esencialmente económico y heterodoxo, el aporte de otras
ciencias sociales como la administración y, el reconocimiento explícito de complementariedad
con abordajes históricos, culturales, políticos y antropológicos, entre otros, lo convierte en una de
las explicaciones más amplias en lo que respecta al análisis del proceso de innovativo (Suárez,
2018).
Por otra parte, un entorno local está formado por una red de actores locales y por las relaciones
que configuran el sistema productivo, en el cual los agentes económicos, sociales, políticos e
institucionales poseen formas específicas de organización y regulación, tienen cultura propia y
generan una dinámica de aprendizaje colectiva.
Los entornos locales, funcionan como incubadoras de innovación, ya que estos cuentan con
empresas que son elementos decisivos en los procesos de creación y difusión de las innovaciones,
así como algunos entes públicos. Este hecho deja clara la existencia de la relación entre
innovación y territorio, ya que las empresas e instituciones forman parte de entorno localizados y
específicos, el desarrollo y la innovación depende de la organización del territorio, de la
interacción de los agentes, de la dinámica de aprendizaje y lógicamente de la propia historia
local, singular y colectiva (Caro, 2017).
El enfoque del sistema local de innovación pretende ser más omnicomprensivo de la realidad,
dado que incluye las facetas sociales del proceso innovador, las relaciones entre ciencia,
tecnología, economía y sociedad y, por todo ello, permite capturar en forma apropiada el patrón
interactivo y complejo del proceso innovador a nivel territorial (González, 2010).
La noción del análisis de la innovación local o regional configura un abordaje apropiado para
identificar políticas que superen las asimetrías territoriales en el sistema de innovación. En los
sistemas regionales y locales de innovación convergen gicas de análisis macroeconómicas
(sobre el cambio técnico y el desarrollo socioeconómico), lógicas mesoeconómicas (sobre las
dinámicas de las economías locales) y las lógicas microeconómicas (centradas en el estudio del
proceso innovador a nivel de la empresa).
Sistemas locales de innovación en América Latina
La generación de nuevo conocimiento, el progreso tecnológico y la innovación son elementos
determinantes en el crecimiento de una economía. Estos elementos se encuentran estrechamente
vinculados al territorio y, generalmente, se originan en el ámbito local. Esta estrecha conexión
hace que las acciones encaminadas a potenciar los procesos de innovación desde la dimensión
local-regional resulten especialmente importantes.
Es por ello que, actualmente, existe un renovado interés en fomentar el desarrollo económico
desde el ámbito regional o local, el cual está basado en la comprensión de que el territorio no se
comporta como un sustrato neutro para la actividad económica, sino que implica un sistema
dinámico de actores que interactúan entre y presentan capacidades evolutivas específicas
(Llisterri, Pietrobelli y Larrson, 2011).
En América Latina se ha prestado escasa atención a la noción de sistema local y/o regional de
innovación. Dicho concepto se basa en la idea de que el proceso de innovación y aprendizaje es
esencialmente social, dado que implica la interacción de las empresas, las agencias de promoción
de la innovación, las instituciones académicas y los centros de investigación; es decir, este
proceso no transcurre únicamente al interior de estas instituciones.
Además, la importancia del conocimiento tácito acumulado por los diferentes agentes que
participan en el proceso de innovación hace que las características de un territorio, sus redes y sus
capacidades específicas influyan en su desempeño innovador. A pesar de que algunos países de la
región poseen experiencias relativamente consolidadas en materia de políticas nacionales de
innovación, y otros han puesto en marcha programas de desarrollo económico local o regional
vinculados, con frecuencia, con la presencia de clústeres y aglomerados productivos de
naturaleza territorial, el análisis sistemático de las políticas de innovación regionales, locales o
subnacionales es muy escaso.
El ecosistema de la innovación en el marco del entorno económico, político, social y
sanitario mundial
El ecosistema de la innovación se desarrolla en medio de un complejo entorno económico,
político y social global. Al finalizar la segunda década del siglo XXI, nos enfrentamos a una gran
paradoja que indudablemente cierra un ciclo en la economía mundial (Rosales, 2018). En efecto,
en los inicios de los años ochenta del siglo XX, Ronald Reagan (1981-1989) en Estados Unidos y
Margaret Thatcher (1979-1990) en el Reino Unido, construyeron las bases del
neoconservadurismo, otorgando un gran impulso a la globalización, desregulando mercados,
abriendo las economías, se derrumbaron los socialismos reales y se promovieron los programas
de ajuste estructural en los organismos financieros internacionales.
Cuarenta años después, los Estados Unidos con Donald Trump (2017-2021) y el Reino Unido
con el Brexit, colocaron un freno a la tendencia globalizante y recurrieron a medidas
proteccionistas, en el primer caso y, a un debilitamiento de la principal experiencia
integracionista, la Unión Europea, en el segundo. Tanto el debilitamiento de la Unión Europa por
el Brexit, la inestabilidad política en Medio Oriente, el giro de la política económica
norteamericana hacia el proteccionismo impuesta por la administración de Trump, contradiciendo
los tratados de libre comercio, han generado una guerra comercial principalmente entre China y
Estados Unidos, que no sólo afecta a estas economías, sino también al resto del mundo.
La desaceleración de la economía China, implica la reducción de la demanda de materias
primas de los países emergentes y, particularmente, de América Latina. Las sanciones
económicas mediante la imposición de aranceles encarecen los productos. Por otro lado, se
encuentra el surgimiento de nuevas potencias económicas como China, Rusia y la India, que
tienen mayor protagonismo económico y político. En este sentido, a nivel mundial se han
generado profundas transformaciones en las tres últimas décadas impulsadas por la caída del
Muro de Berlín; la penetración de Internet; la violenta irrupción del terrorismo y la crisis
económica occidental.
Entre los efectos de ese cambio resaltan el surgimiento de un mundo multipolar, la aparición
de potencias emergentes y la deriva del eje de gravedad del poder global hacia el Este y hacia el
Sur. La humanidad entera se enfrenta a importantes retos comunes (sobrepoblación,
envejecimiento, calentamiento global, dependencia energética, pobreza, terrorismo y crimen
organizado) que exigen respuestas también comunes y, en muchos casos, inmediatas. La
aparición en la escena internacional de nuevos actores, y muy particularmente, de los BRICS
(Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), es a la vez una oportunidad de desarrollo económico y un
desafío para el medio ambiente, la escasez de energía y otros recursos naturales, como también lo
es para encontrar un sistema adecuado de gobernanza al nuevo orden o desorden mundial
(Westendorp y Cabeza, 2011).
Los cambios geopolíticos producidos en el mundo durante los últimos años hacen prever un
nuevo orden económico mundial, más aún son impredecibles las consecuencias económicas y
sociales producidas en el año 2020 por la pandemia del coronavirus declarada por Organización
Mundial de la Salud (OMS); millonarias pérdidas económicas, países enteros paralizados, miles
de vidas perdidas; muchos economistas y organismos internacionales advierten de una recesión
económica mundial igual o superior a los años treinta del siglo XX .
El impacto que la pandemia del COVID-19 ha asestado a la actividad económica durante el
año 2020 no es más que el comienzo. Aunque el colapso rápido y sin precedentes de la
producción, el comercio exterior y el empleo podrían revertirse a medida que la pandemia se
desvanezca, los datos históricos indican que las consecuencias económicas a largo plazo podrían
persistir durante al menos una generación (Jordà, Singh y Taylor, 2020).
Metodología
Se utilizó una metodología cualitativa a través de un diseño documental. En función del
objetivo de este artículo, que busca fundamentar un proyecto educativo para la formación de
organizaciones innovadoras como impulso a la conformación de un sistema local de innovación
en el municipio Maracaibo (estado Zulia, Venezuela), la investigación es de tipo proyectiva.
Para Hurtado (2008), la investigación proyectiva propone soluciones a una situación
determinada a partir de un proceso de indagación, es decir, es una investigación que implica el
diseño o creación con base en un proceso investigativo, pero no necesariamente se ejecuta la
propuesta. Para llegar a esta investigación se necesita explorar, describir, explicar y proponer
alternativas.
Atendiendo la fuente de los datos, esta investigación se orientó a la incorporación de un diseño
documental, el cual se basa en la obtención, revisión y análisis de documentos escritos (Sabino,
2007). Por lo tanto, este diseño es documental por que utiliza datos secundarios, recogidos,
principalmente, por organizaciones e instituciones nacionales e internacionales relacionadas con
las categorías objeto de estudio. Asimismo, se sustentó en una revisión, análisis, sistematización e
interpretación de documentos escritos: informes, artículos científicos, libros, capítulos de libro,
ponencias, conferencias, entre otros, relacionados con las categorías: proyecto educativo,
organización innovadora y sistema local de innovación.
Resultados y discusión
En esta parte se desarrollan los resultados y discusión de la investigación a través de cinco (5)
aspectos relacionados con la propuesta de proyecto educativo en Teoría y Práctica de la
Innovación para el municipio Maracaibo en el estado Zulia, Venezuela.
Descripción del problema
Las crisis económicas que mantienen las economías latinoamericanas evidencian la falta de
fuentes de trabajo, a la vez que, por el avance vertiginoso del conocimiento y la globalización, el
mercado demanda de profesionales cada vez s eficientes, competitivos y multidisciplinarios
(Hidalgo, 2014). En este sentido, los actuales y futuros profesionales no cuentan con certeza
acerca de su posibilidad de empleo o cuentan con empleos con baja remuneración, por ende, se
hace mayor la necesidad de estar preparados para poder formar sus propias empresas.
América Latina tiene que reducir su dependencia de los factores externos, a partir de la
diversificación de su economía hacia productos con mayor valor agregado y, para ello debe
innovar. Los países latinoamericanos tienen que girar hacia políticas de fomento de la
innovación, con el propósito de re-industrializar las economías, pero también con la vista puesta
en incorporar tecnología de punta en la producción de las materias primas y en el desarrollo de
una industria de servicios más moderna.
Indicadores como el Índice Global de Innovación (IGI) señalan que incluso los países s
desarrollados del continente han descuidado el crecimiento de sus capacidades de innovación.
Para mejorar cualquier indicador social y aumentar el producto interno bruto per cápita en los
países de la región de América Latina, es de fundamental relevancia aumentar las capacidades de
innovación y de emprendimiento en sus economías. Para ello la educación, en todos sus niveles
y, en especial la cnica y universitaria, es otro factor fundamental en el aumento de los niveles
de desarrollo de los países.
Existe consenso en que la innovación es clave para el logro de una diversificación de la matriz
productiva, inclinándola hacia productos de mayor valor agregado. Se reconoce que es esencial
crear un entorno macroeconómico estable, que ofrezca a los agentes económicos seguridad para
innovar y emprender. En un estudio realizado por la Fundación Konrad Adenauer en un grupo de
doce países de América Latina (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica,
Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) se presentan estadios relativamente
disímiles en lo que respecta al desarrollo y estabilidad de instituciones, infraestructura e
incorporación tecnológica, entorno macroeconómico, eficiencia y desarrollo y tamaño de
mercados (Perticará, 2016).
Dejando de lado el tamaño del mercado, Chile, Colombia, Costa Rica y Uruguay son los
países que más sobresalen en promedio en estos aspectos y el resto exceptuando Bolivia, Brasil,
México y Paraguay tienen un desarrollo adecuado en sus niveles terciarios y universitarios de
enseñanza, una de las principales barreras para el desarrollo de la innovación. A pesar de esto,
todos los informes hacen referencia del bajo nivel tanto de innovación y de recursos inyectados a
los sistemas de innovación en cada país. Si se revisan sólo los indicadores de innovación, para los
años 2015-2016, los países de la región que más se destacan en términos globales son Chile,
Argentina, Brasil, México y Costa Rica. Los relativamente más atrasados son Venezuela y
Paraguay.
Entre los aspectos críticos más, comúnmente, destacados en los distintos capítulos de esta obra
y las propuestas de política relacionados con ellos, se encuentran los siguientes (Perticará, 2016):
i) falta de articulación de los sistemas nacionales de innovación; ii) bajo nivel de recursos
inyectados a los sistemas nacionales de innovación; iii) barreras institucionales en el ámbito
microeconómico; iv) escasez relativa de capital humano adecuado para la innovación; v) falta de
focalización de recursos en sectores con ventajas comparativas y, vi) no existe cultura
emprendedora y de innovación.
Una de las diferencias entre las economías desarrolladas y en vías de desarrollo se evidencia
en la variable inversión en innovación y número de patentes registras por año (Campo y Herrera,
2016). El Índice Global de Innovación (IGI) es una publicación anual creada por la Escuela de
Negocios INSEAD en el 2007, y copublicada actualmente con la Universidad Cornell y la
Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI). El informe expone, entre otros datos, el
indicador que clasifica a los países de Asia, Europa, América, África y Oceanía, en términos de
su entorno favorable, así como sus resultados, en relación a la innovación. El propósito de esta
herramienta es servir para el monitoreo de los factores de innovación y con esto permitir la
formulación de políticas públicas más efectivas para la sociedad y la economía (Consejo
Nacional de Competitividad, 2018).
El objetivo del IGI es proporcionar datos reveladores sobre la innovación, y a su vez, para
ayudar a las economías a evaluar su desempeño de innovación y hacer consideraciones sobre
políticas de innovación. El IGI ayuda a colocar la innovación firmemente en el mapa de las
políticas públicas, en particular, para las economías de bajos y medianos ingresos. Cómo
resultado, los líderes se refieren regularmente a la innovación y sus clasificaciones de innovación
como parte de su estrategia de política económica (OMPI, 2019)
Los resultados del IGI evalúan 126 perfiles económicos, provenientes de 30 fuentes de
información, de los cuales 57 consisten en data dura, 18 son indicadores compuestos y 5 son
encuestas de opinión. La estructura del IGI consta de 2 subíndices. Estos son: entradas a la
innovación y salidas a la innovación. A su vez estos subíndices se sustentan en 7 pilares
compuestos por un total de 80 indicadores. Cuando se describen las entradas a la innovación se
refiere a los recursos invertidos para innovar (instituciones, capital humano e investigación,
infraestructura, sofisticación de mercados y sofisticación de negocios). Mientras, que las salidas
de la innovación son los resultados de los procesos de innovación en una economía (producción
de conocimientos y tecnología y producción creativa).
Según el IGI realizado por la OMPI, medido por el gasto en investigación y el desarrollo
(I+D) y el número de patentes, el informe clasifica el desempeño de 130 economías del mundo,
en el 2019. De los diez países más innovadores en el 2019, Suiza, mantiene su liderazgo en
primer lugar, desde el año 2011. Le siguen según el orden: Suecia, Estados Unidos, Países Bajos,
Reino Unido, Finlandia, Dinamarca, Singapur, Alemania e Israel. Por lo visto todos ellos con
mejor nivel de desarrollo. Dentro de la clasificación por nivel de ingresos medios altos destaca
China. Como se puede ver los países de ingreso medios altos donde se encuentran muchos países
de América Latina, no figuran ninguno entre los primeros lugares. Sin embargo, Brasil, México,
Chile, Uruguay, Argentina, Colombia y Perú, se encuentran entre los países en concordancia con
las expectativas correspondientes al nivel de desarrollo (OMPI, 2019).
En un mundo globalizado y altamente competitivo, caracterizado por el uso de nuevas
tecnologías para la producción de bienes y servicios, que satisfagan las necesidades cada vez más
exigentes de los consumidores, además por precios accesibles, son la tendencia mundial. Esto
exige que los gobiernos y las empresas cada vez más presten atención a la investigación científica
y tecnológica, destinada a mejorar los procesos de innovación. Las empresas innovan para
mejorar sus resultados, bien por reducción de costos o por aumento de la demanda. Cuando son
innovaciones por procesos son más productivas, reducen costos y obtienen mayor utilidad. Si se
trata de una innovación de producto la empresa puede obtener una ventaja competitiva, aumenta
la demanda y su margen de beneficio (Mathison et al., 2007).
Tomando como referencia los boletines anuales sobre el ÍGI publicados por la OMPI en
colaboración con la Universidad de Cornell de Estados Unidos y el centro de investigación
europeo INSEAD, el cuál proporciona indicadores sobre la calidad de la innovación se concentra
fundamentalmente en tres aspectos: 1) la calidad de las universidades locales, clasificación QS de
las universidades; 2) la internacionalización de las invenciones patentadas, las familias de
patentes en 2 o más oficinas y 3) la calidad de las publicaciones científicas, índice H de citas de
documentos (OMPI, 2019).
En América Latina el promedio entre la decisión de creación de la empresa y la creación real
toma de 4 a 5 años, y en países como en el Este de Asia toma 2 a 3 años (Hidalgo, 2014). Los
elementos que inciden en la extensión del período de creación de empresas se relacionan con la
insuficiente formación de los emprendedores e innovadores (Kantis, Masahiko y Masahiko,
2002). Por otra parte, no se debe olvidar que las ciudades son auténticos centros de acumulación
de capital físico, económico, político y social y, por ello, deben liderar alternativas en los
momentos actuales de crisis y de oportunidades, apostando por la innovación y haciéndola
tangible mediante el impulso de proyectos que impliquen una nueva manera de gobernar (Acra,
2012).
Es por ello fundamental desarrollar actividades educativas para la formación de la creatividad
e innovación en el municipio Maracaibo (estado Zulia, Venezuela), lo que implica ser conscientes
del potencial económico de nuestras municipalidades y pensar en ello como clave del desarrollo
local futuro de las mismas. En este sentido, uno de los pilares de los sistemas locales de
innovación es la educación y la formación de innovadores y/u organizaciones innovadoras que
permita impulsar los cambios necesarios para el desarrollo económico local.
Propósitos del proyecto educativo
A continuación, se señalan los propósitos general y específicos del proyecto educativo:
a) Propósito general
Diseñar un proyecto educativo para la formación de organizaciones innovadoras como
elemento catalizador para la conformación de un sistema local de innovación en el municipio
Maracaibo (estado Zulia, Venezuela).
b) Propósitos específicos
i) Identificar las organizaciones empresariales del municipio Maracaibo relacionadas con el
campo de la innovación.
ii) Revisar las normas y ordenanzas en el municipio Maracaibo relacionadas con la
innovación.
iii) Realizar consultas a nivel de emprendedores y empresas del municipio Maracaibo para
conocer sus necesidades de formación en innovación.
iv) Conformar un equipo de facilitadores para el desarrollo del proyecto educativo en
innovación.
v) Elaborar un programa de formación en Teoría y Práctica de la Innovación desde una
perspectiva multidisciplinaria.
Contenido del proyecto educativo
El desarrollo del proyecto educativo se realizaría de manera virtual y a distancia en el
municipio Maracaibo (estado Zulia, Venezuela). Se concibe que el proyecto educativo se
concretará a través de un Diplomado denominado “Teoría y Práctica de la Innovación”
compuestos por diez (10) módulos de veinte (20) horas cada uno, para un total de doscientas
(200) horas.
Los módulos serían los siguientes: I. Fundamentos de la Innovación, II. Historia de la
Innovación, III. Epistemología de la Innovación, IV. Ética de la Innovación, V. Marco Jurídico
de la Innovación, VI. Políticas Públicas de la Innovación, VII. Economía de la Innovación, VIII.
Gestión Estratégica de la Innovación, IX. Sistema de Innovación y Desarrollo y X. Seminario de
Investigación e Innovación.
Población beneficiada por la ejecución del proyecto educativo
Emprendedores, organizaciones y empresas del municipio Maracaibo, interesados en la
educación, formación y capacitación en el campo de la teoría y práctica de la innovación.
Etapa del proyecto educativo
Esta propuesta se encuentra en su etapa de preconcepto o diseño a través de la formulación del
proyecto educativo por medio de un Diplomado denominado Teoría y Práctica de la Innovación.
Consideraciones finales
La innovación es una realidad que deben enfrentar los emprendimientos que pretendan
sobrevivir a los entornos cada vez más dinámicos, pero también es la oportunidad para los
emprendedores como impulso en el desarrollo del negocio, en la creación de nuevo valor y la
generación de nuevos proyectos. Por tanto, pueden enseñarse los principios que intervienen en la
innovación, buscando que los estudiantes aprendan a gestionar el proceso de transformación de la
creatividad en valor.
Uno de los grandes retos que enfrentan las naciones, regiones y municipios en países en
desarrollo consiste en generar actividades económicas de mayor valor agregado que les permitan
insertarse en el complejo escenario actual del mercado internacional. El desarrollo de las
capacidades locales de innovación reviste una enorme relevancia, tanto para el fomento del
desarrollo socioeconómico de largo plazo como para la generalización del acceso de la población
a una mejor calidad de vida. Una condición indispensable para la mejora del desempeño de las
naciones en las tareas de innovación es la formación y capacitación en este ámbito.
En la actualidad, más de la mitad de la población mundial es urbana y por tanto mucho de lo
que será el futuro de la sociedad humana se desarrollará en las ciudades, por lo que es relevante
impulsar la innovación como proceso de desarrollo económico y social. En este sentido, la ciudad
debe trascender la forma y funcionalidad de los modelos anteriores y equilibrar menores costos
de energía con una menor huella ecológica, una forma más compacta y una mayor
heterogeneidad. Al mismo tiempo, esa nueva ciudad debe crear condiciones para una provisión
más elevada de bienes públicos, junto con espacios más creativos e innovadores para la
imaginación, la interacción social, así como es preciso disminuir su vulnerabilidad.
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