Universidad del Zulia - Facultad de Humanidades y Educación
Encuentro Educacional
ISSN 1315-4079 ~ Depósito legal pp 199402ZU41
Vol. 27 (2) julio - diciembre 2020: 310-325
La educación básica en la era digital: mediación de los recursos innatos
implicados en el pensamiento reflexivo de los estudiantes
Priscila Isabel Ávila Tamara
Institución Educativa Distrital Gabriel García Márquez. Barranquilla-Colombia
prisavt527@hotmail.com
Resumen
Los avances de la tecnología comunicacional están obligando a los sectores educacionales a
reinventarse para satisfacer la demanda de métodos educativos innovadores, pertinentes a las
necesidades sociales emergentes que apuestan por la formación de estudiantes con capacidades
cognitivas superiores y un aprendizaje independiente favorable en la adaptación a la sociedad del
conocimiento. El presente artículo tuvo como propósito analizar la mediación de los recursos
innatos implicados en el pensamiento reflexivo de estudiantes de educación básica en la era
digital. Se fundamentó esencialmente en los criterios teóricos de Bohórquez, 2020; Trejo, 2020;
Mancera, Serna y Barrios, 2020; CEPAL, 2019; Mendoza, 2019; Morales et al., 2018, Muñoz,
2016; Avogadro y Quiroga, 2015; Pilonieta, 2011. La metodología utilizada fue una revisión
documental descriptiva, donde se aplicaron métodos y técnicas inherentes a la hermenéutica. Los
resultados advierten la mediación de los recursos innatos implicados en el pensamiento reflexivo
de los aprendices (curiosidad, sugerencia y orden), como representante de un proceso integral que
articulado al desarrollo de otros procedimientos y habilidades mentales, facilitan la
independencia cognitiva. Se concluye que la formación del pensamiento reflexivo conlleva
secuencialidad, continuidad y ordenamiento de explicaciones en torno a los procesos de
descripción, comparación y análisis de ideas. Se recomienda la consideración de estos aspectos
en la formulación y desarrollo de evaluaciones diagnósticas para satisfacer exigencias vinculadas
a la calidad de la educación básica.
Palabras clave: Mediación; pensamiento reflexivo; educación básica; era digital.
Basic education in the digital age: mediation of the innate resources
involved in reflective thinking of the students
Abstract
Advances in communication technology are forcing educational sectors to reinvent themselves to
meet the demand for innovative educational methods, relevant to emerging social needs that are
committed to the training of students with superior cognitive abilities and favorable independent
learning in adapting to the knowledge society. The purpose of this article was to analyze the
mediation of the innate resources involved in the reflective thinking of basic education students
in the digital age. It was essentially based on the theoretical criteria of Bohórquez, 2020; Trejo,
2020; Mancera, Serna and Barrios, 2020; ECLAC, 2019; Mendoza, 2019; Morales et al., 2018,
Muñoz, 2016; Avogadro and Quiroga, 2015; Pilonieta, 2011. The methodology used was a
descriptive documentary review, where methods and techniques inherent to hermeneutics were
applied. The results show the mediation of the innate resources involved in the reflective thinking
of the learners (curiosity, suggestion and order), as a representative of an integral process that,
linked to the development of other mental procedures and abilities, facilitate cognitive
independence. It is concluded that the formation of reflective thought entails sequentiality,
continuity and ordering of explanations around the processes of description, comparison and
analysis of ideas. Consideration of these aspects is recommended in the formulation and
development of diagnostic evaluations to satisfy demands related to the quality of basic
education.
Keywords: Mediation; reflective thinking; basic education; digital age.
Introducción
Los retos que emergen de una sociedad interconectada y gobernada por las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC) están obligando a los sistemas educativos del mundo a
replantear sus métodos y estrategias de enseñanza. Implica evaluar nuevas opciones que
privilegian el estímulo a nuevos estilos de aprendizaje donde la independencia cognitiva juega un
papel estelar. Lo antes planteado supone la configuración de nuevas acciones didácticas
focalizadas en el desarrollo de habilidades del pensamiento (Osorio, 2016).
Implica también estimular el compromiso de quienes ejercen el papel de mediadores para que
puedan estar en constante renovación de sus métodos de enseñanza adaptándolos a las exigencias
de los tiempos actuales; una educación que forme seres críticos; capaces de discernir, seleccionar
y procesar datos en un contexto donde la información circula a gran escala en todo tipo de
formatos mediante la internet (Bohórquez, 2018).
Los avances de una tecnología comunicacional que ha superado los límites de tiempo y
espacio, están obligando a las instituciones educativas a reinventarse para emprender procesos de
cambio favorables a la configuración y aplicación de métodos educativos innovadores orientados
a satisfacer las demandas sociales emergentes; la reorientación de sus estrategias para gestionar el
conocimiento en un mundo interconectado (globalizado) donde la ciencia avanza continuamente
generando transformaciones significativas en los ámbitos político, económico, social y cultural
(Osorio, 2016).
En consecuencia, la sociedad dinámica actual que exige del sector educativo una formación de
calidad, acorde a las necesidades individuales de las personas según su entorno, donde el alumno
necesita ser considerado como una persona activa en su proceso formativo y específicamente en
la construcción de su aprendizaje. Estas estrategias deben romper los esquemas tradicionales de
enseñanza, propiciando la socialización, la creación, la innovación, la gestión y producción del
saber científico; para lo cual es preciso aplicar la mediación, definida como el tratamiento de
contenidos y formas de expresión de los diferentes temas que hacen posible el acto educativo en
el marco de una educación pensada como participación, creatividad, relación e interactividad de
los estudiantes(Avogadro y Quiroga, 2015:10).
Lo antes planteado establece la necesidad del fortalecimiento de las competencias del maestro
en orden a la mediación, particularmente en el caso tecnológico, como un tema esencial para
formarse el uso comunicativo y educativo de dispositivos móviles, computación en la nube, web
2.0 y el advenimiento de web 3.0 asociado a 3D, web geoespacial e inteligencia artificial, y poder
brindar una enseñanza actualizada a sus educandos.
A juicio de Muñoz (2016) existen problemas en el ámbito de la pedagogía y la didáctica sobre
la comprensión, diseño, desarrollo y aplicación de planteamientos teóricos configurados por las
mediaciones TIC en educación. Según el precitado autor, estos problemas están asociados a la
falta de comprensión y de aplicación de las TIC, por los actores educativos, para transformar o
mejorar la práctica pedagógica. Estas dificultades impiden configurar nuevas rutas de formativas
basadas en las mediaciones TIC en educación, que conduzcan a mejoramientos significativos o
transformaciones de los procesos de enseñanza y aprendizaje (Trejo, 2020; Mancera, Serna y
Barrios, 2020).
Al respecto Prieto (2011:108) advierte que la presencia de un “analfabetismo tecnológico en
estudiantes y docentes” hace que estos actores se queden estancados en el mero consumo de
productos tecnológicos sin ir más allá, sin desarrollar la comprensión, apropiación y uso de las
posibilidades que ofrecen estos recursos; “…se vive en la sociedad del conocimiento con gente
no preparada para localizar y procesar información” (Prieto, 2011:108). Esta situación indica
que los sistemas educativos no se han apropiado cabalmente de las posibilidades que ofrece la
tecnología. Hacerlo implica el desarrollo de capacidades cognitivas en maestros y alumnos que
permitan a estos actores utilizar estas herramientas novedosas para satisfacer necesidades de
orden cognitivo.
Avogadro y Quiroga (2015) consideran importante que los docentes se preocupen por diseñar
e implementar acciones orientadas a modificar la forma en que aprenden los estudiantes, en
función de evitar que el proceso de aprendizaje se limite a la simple recepción de conocimientos.
Se plantea la necesidad de enseñar a pensar desarrollando capacidades y habilidades cognitivas
en los alumnos que le ayuden a reducir el fracaso y las bajas calificaciones. Por ende, en
comunión con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL (2019),
advierten que aún existen muchos docentes resistentes a transformar su praxis educativa y otros
simplemente conocen pocas estrategias y técnicas adecuadas que ayuden a los educandos a
desarrollarlas.
Morales et. al. (2018), definen a estas habilidades como el conjunto de operaciones mentales
básicas para que el estudiante integre la información adquirida mediante los sentidos. Se trata de
entender que tales destrezas convergen dentro de la categoría de los procesos mentales y facilitan
el desarrollo de los diversos tipos de razonamiento (verbal y lógico) primordiales para discernir y
procesar el mar de información que a diario circula por la denominada súper autopista de la
información (internet).
Es necesario un cambio en la educación básica fundamentado en una clara visión sobre los
valores éticos y morales que se requieren para formar una sociedad en constante transformación,
logrando que asuma su rol protagónico en la toma de decisiones sobre su destino histórico. Por
tanto, emerge la demanda de propuestas formativas que reivindiquen la filosofía y los valores que
promueven la independencia cognitiva mediante el pensamiento reflexivo, de allí la importancia
de comprender la mediación de los recursos innatos implicados en el mismo, a los fines de
generar estrategias que permitan abordar y solucionar gran parte de los problemas derivados de la
ausencia de habilidades mentales.
En este orden de ideas, vale la pena preguntarse ¿Qué hacer cuando la sociedad exige a los
sectores educativos una renovación de su praxis pedagógica y desde los ambientes de aprendizaje
se visualiza una pedagogía tradicionalista sobre el proceso de enseñanza? ¿Se encontrarán
rindiendo académicamente los alumnos bajo la concepción de patrones tradicionalistas? ¿Se
alcanzarán las metas del proceso de enseñanza bajo la aplicación de estrategias didácticas
tradicionales? Estos cuestionamientos son interrogantes que emergen en la denominada sociedad
del conocimiento, y en un primer acercamiento al fenómeno estudiado, orientan el análisis y
comprensión de la situación problemática a los fines de gestionar conocimientos como
plataforma para el uso de estrategias didácticas integradoras que fomenten una educación básica
de calidad.
Surge, entonces, la necesidad de plantear estrategias y métodos de mediación innovadores que
respondan a tales demandas, a los fines de reivindicar el rol de la docencia que muchas veces ha
sido interpelado y cuestionado de cara a las múltiples deficiencias que arrojan las pruebas
académicas practicadas a nivel nacional e internacional, sobre todo en el contexto de los países
latinoamericanos.
El presente artículo tuvo como propósito analizar la mediación de los recursos innatos
implicados en el pensamiento reflexivo de estudiantes de educación básica en la era digital.
Fundamentación teórica
Praxis pedagógica y utilidad de los recursos innatos implicados en la formación del
pensamiento reflexivo en la educación básica
Ante los retos, desafíos y necesidades que emergen en una sociedad interconectada y
gobernada por las TIC se requiere una renovación de la praxis pedagógica en la educación básica
primaria. Implica un proceso dinámico y complejo que parte del aprovechamiento de los recursos
innatos implicados en la formación del pensamiento reflexivo (Bohórquez, 2020; Dewey, 1989).
A juicio de Dewey (1989) estos recursos son la curiosidad, la sugerencia y el orden.
La curiosidad representa el factor básico que determina la ampliación de la experiencia
constituido por la suma de tendencias de todo órgano sensorial y motriz; la sugerencia se concibe
como el estado primitivo y espontáneo de las ideas producto del intercambio de experiencias; el
orden se define como el recurso innato que hace posible la secuencia ordenada de sugerencias
que conducen a una conclusión como expresión de un pensamiento reflexivo (Mendoza, 2019).
El aprovechamiento de estos recursos requiere estar presente como parte del todo que implica la
mediación integral. A continuación, se describen.
Mediación de la curiosidad
La curiosidad se concibe como la manifestación natural y espontánea del ser humano que
determina la ampliación de experiencias de aprendizaje adquiridas mediante los órganos
sensoriales y motrices. Su desarrollo consta de tres etapas, a) La manifestación de la energía
orgánica; b) Estímulo social y c) Etapa intelectual (Bohórquez, 2020; Pilonieta, 2011; Dewey,
1998).
La manifestación de la energía orgánica se concibe como el torrente vital que estimula la
capacidad de asombro del niño y le lleva a descubrir el mundo interesándose por todo lo que le
rodea (Dewey, 1998). El aprovechamiento de este recurso innato en el proceso de mediación es
fundamental para desarrollar los procesos de atención concentración que facilitan el progreso
de habilidades cognitivas vinculadas al desarrollo de la percepción (Pilonieta, 2011); creando
condiciones favorables para la consolidación de funciones mentales más complejas. Superada
esta etapa, entra en acción el estímulo social, en efecto, el niño descubre que puede aprender de
otros y con otros, en esa dinámica entra en juego la mediación (formal e informal) como proceso
fundamental para preservar la curiosidad y la capacidad de asombro que lleva a los educandos a
interesarse por comprender los fenómenos de su entorno.
Durante este proceso se amplía el sistema de representaciones mentales mediante la
incorporación, modificación y combinación de códigos de comunicación inherentes al proceso de
conocimiento. El sistema de representaciones mentales se concibe como el conjunto de ideas,
signos y categoría de ideas almacenados en la memoria y sujetos a modificación, al interactuar
con el entorno de manera natural, que sirve como base de información antecedente para el
desarrollo de procesos y técnicas comunicativas (Bohórquez, 2020).
En esta etapa el propósito de la mediación formal se focaliza en estimular la capacidad de
asombro de los alumnos, y su curiosidad por comprender el mundo que les rodea, dotándolos de
las herramientas cognitivas necesarias para que puedan avanzar hacia la etapa intelectual donde
se adquiere la madurez necesaria para lograr aprender con independencia. En esta etapa se hace
uso de las habilidades metacognitivas como signo de una cultura reflexiva.
Mediación de la sugerencia
Esta se define como el estado primitivo y espontáneo de las ideas producto de la interacción
del niño con su entorno y la influencia de su curiosidad. Esta experiencia primitiva reposa en su
sistema de representaciones mentales, el cual puede ser ampliado o modificado, dependiendo de
los estímulos recibidos del entorno que le llevan a asociar la percepción de objetos observados
(sugerencia) con códigos comunicativos (ideas, signos, símbolos) grabados en su memoria
(Bohórquez, 2020; Pilonieta, 2011; Dewey, 1998).
En un primer momento, esta actividad se lleva a cabo espontáneamente; luego, cuando se
adquiere conciencia del yo, pasa a ser un proceso autocontrolado donde el niño asume su
responsabilidad y se interesa por investigar. Este proceso opera de modo distinto en cada persona
registrando variaciones en cuanto a rapidez, alcance, variedad y profundidad. Tales variaciones
estarán determinadas fundamentalmente por los procesos de mediación (formal e informal) y las
herramientas culturales que actúan como medios externos de influencia psicológica. Se requiere
que la mediación formal centre su esfuerzo en ampliar esa etapa inicial de las ideas incorporando
en el sistema de representaciones mentales nuevos signos y herramientas culturales que faciliten
la adaptación del niño en su entorno (Vigotsky, 1993).
Mediación del orden
Esta se define como la secuencia ordenada de sugerencias que conducen a una conclusión. En
ese sentido, la mediación necesita concentrar sus esfuerzos en lograr proporcionar los estímulos
necesarios para convertir las sugerencias en pensamiento reflexivo. En esa dinámica, se requiere
de control y organización de las ideas a los fines de lograr que estas tengan la fuerza intelectual y
los argumentos suficientes para demostrar la verdad (Bohórquez, 2020; Pilonieta, 2011; Dewey,
1989). Además, esta acción requiere de una base o andamiaje cognitivo donde se conjugan todos
los recursos innatos implicados en la formación del pensamiento reflexivo (la curiosidad, la
sugerencia, y los bitos de indagación y comprobación) que favorecen el desarrollo de la
sensibilidad, amor y compromiso por la investigación.
Metodología
La metodología utilizada fue una revisión documental, de tipo descriptiva, donde se utilizaron
métodos y técnicas inherentes a la hermenéutica. Específicamente, para obtener los resultados se
escrutaron varios documentos vinculados a la relación entre TIC, pensamiento reflexivo y
proceso educativo en la era del conocimiento. La información recopilada de fuentes
bibliográficas y electrónicas sobre la temática de investigación fue organizada, sistematizada y
analizada con estilo original (Yuni y Urbano, 2014; Corbetta, 2013; Martínez, 2012).
A través de los procesos metodológicos mencionados se llegó a una categorización de los
aspectos más resaltantes del tema. Los aportes mostrados en este documento representan la
interpretación hermenéutica del material estudiado.
Resultados y discusión
Los resultados de la categorización, producto del análisis de la mediación de los recursos
innatos implicados en el pensamiento reflexivo de estudiantes de educación básica en la era
digital se muestran en el cuadro 1.
Cuadro 1. Mediación de los recursos innatos implicados en el pensamiento reflexivo
Categoría
Subcategoría
Propiedades
Recursos innatos
Curiosidad
Mediación
Sugerencia
Orden
Pensamiento reflexivo
Procesos y
habilidades
Organización
Percepción del evento (sugerencia).
Evocación al sistema de representaciones mentales
(memoria).
Asociación con experiencias pasadas.
Nuevo orden de ideas.
Descripción
Socialización - argumentación (discurso hablado y
escrito)
Metacognición (identificación de estilos propios y
ajenos)
Comparación
Socialización - establecimiento de diferencias y
semejanzas mediante el discurso (hablado y escrito).
Metacognición (identificación de estilos propios y
ajenos)
Análisis
Socialización - establecimiento de confrontaciones e
interrelaciones entre ideas mediante el discurso
(hablado y escrito)
Metacognición (identificación de estilos propios y
ajenos)
Educación básica en
la era digital
Interacción con
recursos tecnológicos
Conectividad
Interculturalidad
Mediación
Secuencialidad
tecnológica
Continuidad
Ordenamiento
Cultura reflexiva
Ejercicio de habilidades cognitivas
Independencia cognitiva
Fuente: Elaboración propia (2020), basada en los aportes de Dewey (1989)
En la categoría de recursos innatos, se muestra la subcategoría curiosidad, como
manifestación natural y espontánea del ser humano, representa el potencial que el mediador
requiere y debe considerar para desarrollar un pensamiento reflexivo. Supone aprovechar la
capacidad de asombro de los alumnos, estimulando los procesos cognitivos de atención -
concentración, favorables a la interacción social (aprender de otros y con otros); esto permite
ampliar sus experiencias de aprendizaje. En el gráfico 1 se sintetizan las propiedades de esta
subcategoría.
Gráfico 1. Mediación de la curiosidad
Fuente: Elaboración propia (2020)
La subcategoría sugerencia, concebida como la etapa inicial de las ideas producto del
intercambio de saberes, sirve como base para que el mediador pueda ampliar las experiencias
primitivas en el aprendiz, haciendo que éste logre asociar la percepción de objetos observados
con otros existentes en su estructura cognitiva, específicamente en su memoria; ello debido a que
evoca vivencias pasadas que sugieren un nuevo orden cognitivo. La acción mediadora debe partir
de un diagnóstico de conocimientos previos que sirva como base para estimular la incorporación
de nuevas representaciones mentales. En el gráfico 2 se ilustran sus propiedades características.
Gráfico 2. Mediación de la sugerencia
Fuente: Elaboración propia (2020)
La subcategoría orden, definido como una secuencia ordenada de sugerencias, conduce a la
formulación de conclusiones que al socializarse se convierte en expresión del pensamiento
reflexivo. De manera que, la acción mediadora debe partir de un diagnóstico del andamiaje
cognitivo. Ello permitirá al mediador tener claridad acerca de cómo hacer para que el alumno
logre reflexionar sobre su proceso de aprendizaje y las estrategias pertinentes para el estímulo de
nuevas ideas producto de la reestructuración del sistema de representaciones mentales. En el
gráfico 3 se resumen sus propiedades correspondientes.
Gráfico 3. Mediación del orden
Fuente: elaboración propia (2020)
En la categoría de pensamiento reflexivo, se trata de desarrollar procesos y habilidades
cognitivas mediante organización, descripción, comparación y análisis de ideas (subcategorías) a
fin de que los aprendices tengan la fuerza intelectual y los argumentos suficientes para socializar,
debatir, contrastar, argumentar, mediante el discurso hablado o escrito, en búsqueda de la verdad;
esto permite develar los diversos modos de observación de los fenómenos del entorno, mostrar
progresos en el nivel de madurez intelectual y ampliar el sistema de representaciones mentales.
Por otra parte, en el contexto de la era digital, se advierte que el progreso de estas habilidades,
mediante el uso de recursos tecnológicos con fines didácticos, se lleva a cabo a través de la
posibilidad que tienen los educandos de estar interconectados permanentemente con personas de
múltiples culturas y con diversidad de pensamientos reflexivos. Por tanto, aplicando los
principios de la metacognición, ellos pueden establecer comparaciones entre diversos estilos y
formas de describir opiniones mediante discursos hablados y escritos.
Al igual que en el proceso de descripción, en la comparación se hace visible el pensamiento
ordenado y el nivel de madurez intelectual. En esa dinámica es posible determinar si existe el
progreso intelectual y los argumentos suficientes para demostrar planteamientos reales. A
diferencia de la descripción, se plantea como un proceso mucho más complejo al confrontar más
de una opinión, estableciendo diferencias y semejanzas en aras de llegar a una conclusión lógica.
El análisis opera sobre la base de los procesos de descripción y comparación poniéndose de
manifiesto una vez más el pensamiento ordenado y el nivel de madurez intelectual del alumno. Se
plantea como un proceso con un nivel de complejidad mayor al establecer la interrelación entre
varias de las ideas descritas y comparadas. Sin duda constituye un apoyo fundamental para el
desarrollo del pensamiento reflexivo en educadores y educandos.
Así, el análisis implica no solo la confrontación de más de una opinión estableciendo
diferencias y semejanzas, sino el establecimiento de interrelaciones entre aspectos propios y
ajenos a las mismas para llegar a conclusiones lógicas. Al igual que en los procesos de
descripción y comparación, el análisis de ideas se fortalece en la medida que los educandos
interactúan con todo tipo de recursos, incluyendo los tecnológicos, bajo las orientaciones de una
adecuada mediación. Se trata de interactuar bajo una cultura donde el pensamiento reflexivo
constituye una práctica común aprendida como aprendizaje vicario, desde la observación del
comportamiento de otros individuos, en consonancia con los aportes de Morales et al., 2018 y
Vigotsky, 1993.
Finalmente, para la tercera categoría, la educación básica en la era digital, demanda de los
actores educativos (docentes y aprendices) la interacción con recursos tecnológicos y una
efectiva mediación tecnológica. En ese marco, el ejercicio de habilidades cognitivas permitirá la
consolidación de una cultura reflexiva favorable al desarrollo del juicio crítico; y por ende, al
aprendizaje independiente. La interrelación de las categorías y subcategoría de la mediación de
los recursos innatos implicados en el pensamiento reflexivo de estudiantes de educación de
educación básica en la era digital se sintetizan en el grafico 4.
La interacción con recursos tecnológicos implica la consolidación de destrezas y competencias
vinculadas a la conectividad e interculturalidad. En efecto, la conectividad favorece el
aprendizaje sobre las TIC y con las TIC. La interculturalidad facilita el desarrollo de actitudes
colaborativas en el aprendizaje que posibilitan aprender con otros y de otros, tal como lo plantea
Bohórquez (2020).
Asociada a los aspectos antes planteados, la mediación tecnológica requiere focalizar su
esfuerzo en sentar bases en el estudiante para que logre construir el conocimiento; es decir, para
que pueda ubicar y procesar información de manera disciplinada, aplicando los procesos de
secuencialidad, continuidad y ordenamiento de las sugerencias, debido a la gran cantidad y
diversidad de datos en formatos digitales, y que requieren de una orientación pertinente.
Gráfico 4. Interrelación de las categorías y subcategoría de la mediación de los recursos
innatos implicados en el pensamiento reflexivo
Fuente: Elaboración propia (2020)
La función mediadora requiere proporcionar al estudiante herramientas para que pueda hacer
un uso adecuado de las TIC, ello implica trabajar en dos neas de acción, una vinculada a la
consolidación de habilidades para el manejo de estas herramientas y la otra asociada a las
técnicas y procedimientos pertinentes para ubicar y procesar información; en conformidad con
los planeamientos teóricos de Bohórquez, 2020; Avogadro y Quiroga, 2015; Pilonieta, 2011 y
Dewey, 1998.
Consideraciones finales
La formación del pensamiento reflexivo de los estudiantes implica una mediación tecnológica
basada en secuencialidad, continuidad y ordenamiento de sugerencias; en torno a los procesos de
organización, descripción, comparación y análisis de ideas. La consideración de estos aspectos en
la formulación y desarrollo de evaluaciones diagnósticas es fundamental para satisfacer
demandas vinculadas a la calidad educativa en la era digital. Su progreso exige una mediación
donde se apliquen estrategias didácticas para el aprovechamiento de los recursos innatos de los
educandos respecto a la curiosidad, sugerencia y orden; interactuar con recursos tecnológicos que
involucren conectividad e interculturalidad; consolidar sus habilidades; ampliar el sistema de sus
representaciones mentales y facilitar su independencia cognitiva.
La dinámica mediadora requiere respetar las características, intereses y necesidades
individuales del alumno; es decir, focalizar la diversidad cognitiva, las condiciones (genéricas y
específicas) del entorno que afectan el aprendizaje y los procesos de formación. Entre estas
condiciones destacan, juicios infundados y anticipados, excesos en la influencia de la mediación
que fomentan la dependencia y la inclinación a satisfacer la voluntad de otros actores como
padres, maestros y parientes.
El pensamiento reflexivo impacta la dimensión operativa del aprendizaje (aprender a hacer);
en efecto, las acciones ordenadas son consecuencia de un pensamiento ordenado; lejos de ser
concebido como capacidad única y dogmática de pensar, requiere ser asumido como la diversidad
de modos en la que las cosas observadas, recordadas y leídas evocan sugerencias e ideas
pertinentes a un problema que hace avanzar la mente hacia una conclusión justificable.
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