Instituto de Estudios Políticos y Derecho Público "Dr. Humberto J. La Roche"
de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia
Maracaibo, Venezuela
Esta publicación cientíca en formato digital es continuidad de la revista impresa
ISSN-Versión Impresa 0798-1406 / ISSN-Versión on line 2542-3185Depósito legal pp
197402ZU34
ppi 201502ZU4645
Vol.41 N° 76
Enero
Marzo
2023
ISSN 0798- 1406 ~ De pó si to le gal pp 198502ZU132
Cues tio nes Po lí ti cas
La re vis ta Cues tio nes Po lí ti cas, es una pu bli ca cn aus pi cia da por el Ins ti tu to
de Es tu dios Po lí ti cos y De re cho Pú bli co Dr. Hum ber to J. La Ro che” (IEPDP) de la Fa-
cul tad de Cien cias Ju rí di cas y Po ti cas de la Uni ver si dad del Zu lia.
En tre sus ob je ti vos fi gu ran: con tri buir con el pro gre so cien tí fi co de las Cien cias
Hu ma nas y So cia les, a tra vés de la di vul ga ción de los re sul ta dos lo gra dos por sus in ves-
ti ga do res; es ti mu lar la in ves ti ga ción en es tas áreas del sa ber; y pro pi ciar la pre sen ta-
ción, dis cu sión y con fron ta ción de las ideas y avan ces cien tí fi cos con com pro mi so so cial.
Cues tio nes Po lí ti cas apa re ce dos ve ces al o y pu bli ca tra ba jos ori gi na les con
avan ces o re sul ta dos de in ves ti ga ción en las áreas de Cien cia Po lí ti ca y De re cho Pú bli-
co, los cua les son so me ti dos a la con si de ra ción de ár bi tros ca li fi ca dos.
ESTA PU BLI CA CIÓN APA RE CE RE SE ÑA DA, EN TRE OTROS ÍN DI CES, EN
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Re vicyhLUZ, In ter na tio nal Po li ti cal Scien ce Abs tracts, Re vis ta In ter ame ri ca na de
Bi blio gra fía, en el Cen tro La ti no ame ri ca no para el De sa rrol lo (CLAD), en Bi blio-
gra fía So cio Eco nó mi ca de Ve ne zue la de RE DIN SE, In ter na tio nal Bi blio graphy of
Po li ti cal Scien ce, Re vencyt, His pa nic Ame ri can Pe rio di cals In dex/HAPI), Ul ri chs
Pe rio di cals Di rec tory, EBS CO. Se en cuen tra acre di ta da al Re gis tro de Pu bli ca cio-
nes Cien tí fi cas y Tec no ló gi cas Ve ne zo la nas del FO NA CIT, La tin dex.
Di rec to ra
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Eduviges Morales Villalobos
Fabiola Tavares Duarte
Ma ría Eu ge nia Soto Hernández
Nila Leal González
Carmen Pérez Baralt
Co mi Ase sor
Pedro Bracho Grand
J. M. Del ga do Ocan do
Jo Ce rra da
Ri car do Com bel las
An gel Lom bar di
Die ter Nohlen
Al fre do Ra mos Ji mé nez
Go ran Ther born
Frie drich Welsch
Asis ten tes Ad mi nis tra ti vos
Joan López Urdaneta y Nil da Ma n
Re vis ta Cues tio nes Po lí ti cas. Av. Gua ji ra. Uni ver si dad del Zu lia. Nú cleo Hu ma nís ti co. Fa-
cul tad de Cien cias Ju rí di cas y Po lí ti cas. Ins ti tu to de Es tu dios Po lí ti cos y De re cho Pú bli co
Dr. Hum ber to J. La Ro che. Ma ra cai bo, Ve ne zue la. E- mail: cues tio nes po li ti cas@gmail.
com ~ loi chi ri nos por til lo@gmail.com. Te le fax: 58- 0261- 4127018.
Vol. 41, Nº 76 (2023), 780-791
IEPDP-Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas - LUZ
Recibido el 29/11/23 Aceptado el 25/01/23
Lineamientos generales para
la construcción de una política de
salud mental en el marco del nuevo
humanismo del siglo XXI
DOI: https://doi.org/10.46398/cuestpol.4176.46
Serhii Ryk *
Mykola Ryk **
Svitlana Repetiy ***
Dolores Zavitrenko ****
Irina Makhnovska *****
Valentyna Kovalenko ******
Resumen
Los problemas de salud mental se han agravado en la mayoría
de las sociedades modernas, hasta el punto de que trastornos
como: la depresión, la ansiedad y el estrés, guran entre las
principales causas de inhabilitación laboral en el mundo. Aunque la hipótesis
psiquiátrica de la ciencia occidental que asume los trastornos mentales
como el resultado de un desequilibrio neuroquímico se presente como
hegemónica en el mundo de hoy, para explicar las enfermedades mentales,
no cabe duda que estos trastornos empeoran en estrecha correlación con
las contradicciones de los modelos políticos-socioculturales y económicos
que afectan las vidas de las personas sensibles a la descomposición social
o a las contradicciones sistémicas. En este sentido, el presente articulo
dene algunos lineamientos generales para la construcción de una
política de salud mental en el marco del nuevo humanismo del siglo XXI.
Metodológicamente se empleó el método fenomenológico y hermenéutico,
como herramientas útiles para formular propuestas precisas con alguna
utilidad política. Los resultados obtenidos permitieron concluir que, la
* Hryhorii Skovoroda University in Pereiaslav, Ukraine. E-mail ryksm432@ukr.net. ORCID ID: https://
orcid.org/0000-0002-1115-3876
** Hryhorii Skovoroda University in Pereiaslav, Ukraine. E-mail rykmykola@gmail.com. ORCID ID:
https://orcid.org/0000-0002-6813-5628
*** Borys Grinchenko Kyiv University, Kyiv, Ukraine. E-mail: apanaschenkoia@meta.ua. ORCID ID:
https://orcid.org/0000-0001-6946-0142
**** Volodymyr Vynnychenko Central Ukrainian State University. E-mail: zavitrenkod@gmail.com. ORCID
ID: https://orcid.org/0000-0002-2005-4810
***** Zhytomyr Medical Institute of Zhytomyr Regional Council. Е-mail:irina50zito@gmail.com. ORCID
ID: https://orcid.org/0000-0001-6835-9843
****** Zhytomyr Medical Institute of Zhytomyr Regional Council. Е-mail:valalexs130262@gmail.com.
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5782-6733
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mayoría de los neurodiversos son, en acto o en potencia, ciudadanos que
están en condiciones de participar activamente en la construcción de sus
propias realidades, más allá de sus limitaciones de ánimo y de conducta.
Palabras clave: salud mental; nuevo humanismo del siglo XXI; políticas
públicas; neurodiversidad; relación individuo-sociedad.
General guidelines for the construction of a mental
health policy within the framework of the new humanism
of the 21st century
Abstract
Mental health problems have worsened in most modern societies, to the
point that disorders such as depression, anxiety and stress are among the
main causes of work disablement in the world. Although the psychiatric
hypothesis of Western science that assumes mental disorders as the result
of a neurochemical imbalance is presented as hegemonic in today’s world
to explain mental illnesses, there is no doubt that these disorders worsen
in close correlation with the contradictions of political, socio-cultural and
economic models that aect the lives of people sensitive to social breakdown
or systemic contradictions. In this sense, this article denes some general
guidelines for the construction of a mental health policy within the
framework of the new humanism of the 21st century. Methodologically, the
phenomenological and hermeneutic methods were used as useful tools to
formulate precise proposals with some political utility. The results obtained
allowed us to conclude that most neurodiverse people are, in act or in
potential, citizens who are able to actively participate in the construction of
their own realities, beyond their limitations of mood and behavior.
Keywords: mental health; new humanism of the 21st century; public
policies; neurodiversity; individual-society relationship.
Introducción
El objetivo del presente artículo cientíco fue denir algunos lineamientos
generales para la construcción de una política de salud mental, en el marco
del nuevo humanismo del siglo XXI. Metodológicamente se empleó el
procedimiento fenomenológico y hermenéutico, como herramientas útiles
para formular propuestas precisas con alguna utilidad política. Por lo
demás, la idea de un conjunto de académicos ucranianos de escribir trabajos
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Lineamientos generales para la construcción de una política de salud mental en el marco del
nuevo humanismo del siglo XXI
de investigación en español, con predominio de fuentes iberoamericanas,
responde al propósito de aanzar los vínculos académicos y cientícos que
en la última década se han venido desarrollando entre Europa del este, en
general, y América Latina, región que se caracteriza por poseer excelentes
universidades y revistas de alto impacto (Dymchenko et al., 2022).
Los problemas de las enfermedades mentales son multidimensionales y
difíciles de abordar, por lo tanto, pueden ser interpretados legítimamente
desde la psicología, la psiquiatría, la losofía, la sociología, la lingüística
o incluso la ciencia política. De hecho, en la psiquiatría es común hablar
de trastornos mentales más que de enfermedades propiamente dichas, ya
que el concepto de trastorno hace alusión a un fenómeno, en este caso, de
carácter bio-psico-social cuyo origen denitivo no está completamente
esclarecido (González y Pérez, 2007).
No es el propósito de esta investigación discutir las concepciones actuales
de la psiquiatría de mayor divulgación, sobre el alcance y signicado de las
enfermedades mentales (trastornos), ni avalar posturas antipsiquiatrías.
Basta reconocer el hecho irrefutable de que las personas que padecen:
depresión, ansiedad, estrés, bipolaridad, trastornos obsesivos-compulsivo
o esquizofrenia, entre otros, sufren por partida doble: las consecuencias
propias de su condición neurodiversa que normalmente rebasan lo que una
sociedad determinada considera como “conducta normal” y; por el otro, se
enfrentan a los prejuicios, estigmas y desconocimientos que las personas
comunes despliegan sobre estos temas, sin mucho fundamento.
¿Se puede suponer entonces que las enfermedades mentales son
únicamente una problemática individual sin consecuencias políticas y
económicas? Toda la evidencia disponible apunta a que no, ya que como
explicó en su momento el ilustre Eric Fromm, la misma idea de normalidad
es problemática y ha servido políticamente para adaptar a las personas y
comunidades a un conjunto de procesos económicos y socioculturales que,
en muchos casos, no responden a sus necesidades y aspiraciones como
personas libres. En este sentido, toda práctica, conducta o discurso que
atente contra la idea hegemónica de normalidad que identica, en acto y en
potencia, a un orden de cosas, es asumido acríticamente como patológica
o actividad subversiva (Fromm, 2001), de lo que se puede inferir entonces
que la normalidad misma como estándar general en términos de estilo de
vida es enfermiza, al negar las diversas posibilidades de ser y hacer en el
mundo.
Conviene recordar que, la concepción original de la política desarrollada
por los antiguos griegos supone que es político todo los concerniente a la
vida de la comunidad o la Polis, de modo que, rememorando en lo posible
esta visión de la política y lo político donde, por lo demás, las fronteras
propias de la modernidad entre las esfera pública y privada de la vida social
se torna difusa, los autores de la presente investigación asumen entonces
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que las enfermedades o trastornos mentales se constituyen en un fenómeno
que adquiere connotaciones políticas porque, por una parte, afecta al
bienestar social general y requieren, en consecuencia, ser atendidos en
cada momento por un conjunto de políticas públicas y; por el otro, porque
la persona neurodiversa comúnmente desarrolla conductas y prácticas que
desafían a las estructura del biopoder que normalizan y administran las
mentes y los cuerpos para benecio del statu quo (Foucault, 1986).
Por lo demás, el articulo se divide en tres secciones independientes, pero
al mismo tiempo interconectadas. En la primera, se discuten los aspectos
teóricos que sirven de sustento a nuestra idea de salud mental y de nuevo
humanismo. En la segunda sección, se explican grosso modo los aspectos
metodológicos que hicieron posible el desarrollo y consecución del objetivo
planteado; seguidamente en la tercera sección, se denen los lineamientos
generales que los autores proponen como marco conceptual general para
la construcción de una renovada política de salud mental y, por último, se
arriba a las principales conclusiones del caso.
1. Discusión teórica sobre las categorías: política de salud
mental y nuevo humanismo
Los problemas de salud mental adquieren en el mundo de hoy un
inusitado interés al menos por tres razones especícas:
1. las nuevas concepciones del bienestar asociadas, a su vez, al
desarrollo humano promovidas por la lósofa Nussbaum (2012),
establecen que toda capacidad de ser y hacer con libertad requiere,
en principio, de la plenitud del sentir, imaginar y pensar, desde un
estado donde las funciones propias de la conciencia y el cuerpo se
den en completa armonía.
2. toda política de desarrollo sostenible promueve como eje transversal
el desenvolvimiento de la personalidad humana, de conformidad con
su dignidad intrínseca, de modo que, todo trastorno o patología que
interera, de forma directa o indirecta, con el ejercicio pleno de las
habilidades del pensamiento (logos) y con sus funciones asociadas
de sentir e imaginar a plenitud, se convierte per se en una barrera
que debe ser en lo posible superada, individual y colectivamente.
3. en sintonía con las razones anteriores, la nueva Polis o Ciudad
inteligente, requiere como condición de posibilidad para su propia
existencia del desarrollo de ciudadanos sanos –integralmente–
y capaces de construir sus propios espacios de convivencia, en lo
material y simbólico.
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nuevo humanismo del siglo XXI
Un nuevo humanismo signica entonces el desarrollo de un programa
losóco postmoderno de síntesis que a la par de las ideas de igualdad,
justicia y solidaridad que de alguna manera condicionaron el pensamiento
político moderno, construya también una agenda deliberada sobre la
inclusión de las personas, grupos y seres mas vulnerables o en condición
de emergencia social, que demandan –legítimamente– de políticas de
discriminación positiva para incrementar su calidad de vida.
De alguna manera, el movimiento progresista internacional que
en el prisma del materialismo político de Gustavo Bueno (2003) esta
conformado por un conjunto de izquierdas indenidas o divagantes porque
necesariamente no tienen en su ideología una concepción particular del
Estado y de las relaciones de poder, como si la tuvo en su momento la
izquierda marxista en sus variadas escuelas, ha desarrollado una agenda,
no solo en la dimensión política, sino, además, en los dominios de lo
sociocultural para revindicar a grupos o colectivos: feministas radicales pro-
aborto, sexo-diversos como la comunidad LGBT+, veganos, animalistas,
anarcosindicalistas, indigenistas, entre otros, y todos aquellos que se
organizan en torno a un pensamiento contrahegemónico y diverso, típico
de la democracia de base o democracia radical, de modo que:
El pedigrí contracultural se ve en el profundo odio por la jerarquía, la
burocracia y la tecnocracia que caracteriza a esta variante democrática. El objetivo
de este sistema político es eliminar las barreras institucionales y los intereses
creados que se interponen entre los ciudadanos y su participación activa (Heath
y Potter, 2005: 375-376).
Por su puesto, cada realidad nacional en la que se desarrollan estos
movimientos progresistas es particular y requiere, por lo tanto, de un
tratamiento especíco. De cualquier modo, queda claro que el Nuevo
Humanismo puede ser en ciertos sentidos la losofía ecléctica que sirve de
sustento ideológico a estas novedosas formas de expresión política que se
producen en el norte global, pero tienden a expandirse al resto de mundo,
con presencia especial en países de Latinoamérica como: Argentina, Brasil
y Colombia. En este sentido, el nuevo humanismo es sencillamente una
formación discursiva en la que conuyen diversos relatos y narrativas que
sirven de herramientas de lucha a estos grupos que insurgen para revindican
mediante la “batalla cultural” sus derechos conculcados, identidades
negadas y visiones alternativas del mundo.
A diferencia del humanismo de la modernidad de tipo antropocéntrico,
tal como indican Voronkova et al., (2022) el nuevo o renovado humanismo
es de tipo post-antropocéntrico ya que entiende que el hombre no esta solo
en el centro de la historia y, en consecuencia, no tiene problemas en igualar
la dignidad de la personas humana a la dignidad de otras formas de vida
superior que se desarrollan de conformidad con los parámetros naturales
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de cada especie, hasta el punto de tipicar los derechos de la naturaleza en
la Constitución de la República del Ecuador de 20087.
En este orden de ideas, las luchas y reivindicaciones de las personas
neurodiversas han sido, en líneas generales, algo tímidas, desde la
acuñación de este concepto a mediados de los noventas del siglo pasado,
para lidiar en los EE. UU., contra los estigmas que la cultura popular endosa
sesgadamente en frente a las personas autistas o disléxicas. Por lo tanto:
“Neurodiversidad” es un término popular que se utiliza para describir las
diferencias en el funcionamiento del cerebro de las personas. La idea es que no
hay una manera “correcta” de funcionar del cerebro. En cambio, existe una amplia
gama de formas en que las personas perciben y responden al mundo, y estas
diferencias deben ser aceptadas y fomentadas (Child Mind Institute, 2022: s/p).
En esta perspectiva queda claro que tal como la realidad es en extremo
diversa y varia de una cultura a otra, o de un tiempo a otro, la mente humana
también los es, de modo que los límites y restricciones al funcionamiento
cognitivo o conductual del cerebro se imponen en todo momento desde
el desconocimiento y la tiranía de la tradición, en completa sintonía con
los parámetros de la cultura dominante, por lo que no es descabellado
atreverse a formular entonces un conjunto de lineamientos generales para
la construcción de una renovada política de salud mental, que responda
a los intereses y necesidades de las personas neurodivergentes, siempre
vulneradas en sus derechos fundamentales.
2. Aspectos metodológicos
Lo que comúnmente se dene en el ámbito cientíco de la Iberofonía
como metodología cualitativa representa una generalización bastante
impresiva para denir al conjunto de herramientas teóricas y metodológicas
que surgieron desde el advenimiento de los enfoques posestructuralistas,
postpositivistas y posmodernos, impulsados en la década de los sesenta
del siglo XX, por autores como Michel Foucault y Jacques Derrida, por
mencionar solo algunos, para revindicar el conocimiento proveniente de las
ciencias sociales y humanas, en el cual se combina en igualdad de condiciones
la dimensión objetiva y subjetiva del saber, lo abstracto con lo concreto y lo
general con lo particular, siempre reconociendo el condicionamiento social
de todo saber verídico.
7 Concretamente en el capítulo séptimo es este texto constitucional intitulado: Derechos de la naturaliza,
artículo 71, se establece taxativamente que: “Art. 71.- La naturaleza o Pacha Mama, donde se reproduce
y realiza la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento
y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos. Toda persona,
comunidad, pueblo o nacionalidad podrá exigir a la autoridad pública el cumplimiento de los derechos
de la naturaleza. Para aplicar e interpretar estos derechos se observarán los principios establecidos en
la Constitución, en lo que proceda. El Estado incentivará a las personas naturales y jurídicas, y a los
colectivos, para que protejan la naturaleza, y promoverá el respeto a todos los elementos que forman
un ecosistema”.
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Lineamientos generales para la construcción de una política de salud mental en el marco del
nuevo humanismo del siglo XXI
En este hilo conductor la losofía fenomenológica y hermenéutica
devenida ahora en metodología y simultáneamente técnica de investigación,
según sea el caso, que se establece en un espacio epistemológico propicio
para describir e interpretar los fenómenos constitutivos de los mundos
de vida de las personas –entendidos como la estructura esencial de su
mundo– siempre situadas en las coordenadas distintivas de su tiempo y
espacio particular. En palabras de Ray:
La palabra fenomenología se deriva de la palabra griega φρικιό, que signica
“mostrarse a sí mismo”, ponerse en la luz o manifestar algo que puede volverse
visible en si mismo (Heidegger, 1962: 57). “La fenomenología intenta desentrañar
el signicado esencial de las empresas humanas,” (Bishop y Scudder, 1991: 5). De
conformidad con la actitud del losofo Husserl, la fenomenología tiene que ver
con la pregunta: ¿Cómo conocemos? Se trata de una búsqueda epistemológica
y un compromiso con la descripción y claricación de la estructura esencial del
mundo… (Ray, 2003: 141).
En este marco metodológico, operativamente hablando la investigación
que hoy se presenta transcurrió por tres etapas o momento particulares
a saber: en la primera, se selecciono un conjunto de fuentes que, en el
formato de libros académicos, artículos cientícos y notas de prensa en
español, dieron cuenta sobre el tema de la salud mental. En el segundo
momento, se procedió a la descripción fenomenológica y a la interpretación
hermenéutica de los símbolos y signos que surgieron de estas fuentes como
un reejo de cierta realidad problemática. Por último, se consulto con una
persona neurodiversa8, que prerió permanecer en el anonimato, para
conocer se opinión sobre la viabilidad de la propuesta política formulada
por los investigadores y, en consecuencia, se agregaron sus comentarios y
observaciones en la versión nal del texto.
3. Lineamientos generales para la construcción de una
renovada política de salud mental
Toda política pública se construye sobre la base de una realidad
especica identicando sus problemas y oportunidades, de ahí que cuando
se piensa en una política en abstracto, en este caso en el ámbito de la salud
mental, es más adecuado hablar de lineamientos generales, esto es, para los
efectos particulares de esta investigación, un conjunto de ideas y principios
axiomáticos de carácter neo-humanista que pueden ser de utilidad para
orientar la labor de los gobiernos y de los hacedores de políticas.
Los principios plateados, que en este caso son 10, pueden, baso ciertas
condiciones objetivas y subjetivas, impulsar el desarrollo de algunas
8 Se trato de una mujer latinoamericana de 30 años de edad, de profesión Trabajadora Social, medicada
con psicofármacos y diagnosticada con: depresión, bipolaridad y trastorno obsesivo compulsivo.
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capacidades en las personas neurodiversas. Conviene aclarar que para
Nussbaum (2012), lósofa judía imbricada en la tradición liberal humanista,
lo realmente importante, cuando se diseñan políticas, es concebir a las
personas como un n en mismo y preguntar en consecuencia: ¿Qué
pueden lograr ser y hacer? en un umbral mínimo de bienestar, que una
sociedad con un nivel aceptable de justicia se esforzará por impulsar, más
allá de las múltiples dicultades que siempre se presenta.
En este orden de ideas, las políticas publicas –en general– y las que
se construyen en el ámbito de la salud mental y el bienestar humana,
en particular, no solo se producen y reproducen para gestionar ciertos
problemas materiales o simbólicos, sino, muy especialmente para crear,
impulsar o fortalecer entonces capacidades internas en las personas que
les permitan desarrollar sus proyectos de vida, en un clima de respeto a
su diversidad e identidad. Por regla general, las capacidades internas
se denen como rasgos de la personalidad, capacidades intelectuales y
emocionales, estado de salud y de forma física, aprendizaje interiorizado o
habilidades de percepción y movimiento, las cuales conguran habilidades
y destrezas particulares en cada persona (Nussbaum, 2012).
En nuestro caso concreto y sin proponer un orden jerarquizado, los
lineamientos planteados de cara a la discusión, son:
1. Necesidad de revindicar los derechos fundamentales de las personas
neurodiversas, que padecen algún trastorno mental, como condición
de posibilidad para revitalizar su condición de personas valiosas y
ciudadanos activos, a pesar de los estigmas y violencias que los han
reducido históricamente a una suerte de “ciudadanía de segunda
categoría”.
2. Capacidad de organizar u autoorganizar socialmente a los
neurodiversas como si su condición fuera un clivaje políticamente
relevante en una sociedad moderna en la cual, solo las personas
activas y organizadas reciben respuestas por parte del Estado a sus
demandas, aspiraciones y requerimientos legítimos.
3. Desarrollar campañas de comunicación política que ayuden a
superar los temores y prejuicios sociales en torno a las enfermedades
mentales, mucho mas cuando que, estas pueden afectar a todas
personas en cualquier momento de su vida.
4. Fomentar desde el Estado, en tanto máxima forma de organización
social, el abordaje interdisciplinario del fenómeno de los trastornos
mentales, ya que los mismos están vinculados no solo a problemas
psicológicos o psiquiátricos, sino, además, a las dicultades de los
modelos políticos y económicos deshumanizantes que trastornos a
personas y comunidades por igual.
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Lineamientos generales para la construcción de una política de salud mental en el marco del
nuevo humanismo del siglo XXI
5. Discutir los conceptos de “persona normal” o de “locura”
cientícamente, en tanto categorías políticas diseñadas para
estandarizar la conducta humana en función de los imperativos del
poder. De modo que el desarrollo de políticas neo-humanistas sobre
esta cuestión implica, en principio, entender que las estructuras de
personalidad pueden ser extremadamente diversas sin que esto se
convierta, necesariamente, en un problema público.
6. Incentivar el desarrollo de asignaturas en el sistema educativo que
enseñen a las personas, desde muy jóvenes, a gestionar de forma
inteligente, los problemas de estrés, ansiedad y depresión.
7. Revisar losócamente las causas ontológicas, metafísicas y
epistemológicas que hacen de los trastornos mentales un fenómeno
de crecimiento vertiginoso en el seno de las sociedades modernas.
8. Fomentar desde el Estado y sus instituciones en estilo de vida sano
que fortalezca en cada persona su equilibrio mental, su armonía y su
paz interior, lo que implica, sin duda, la superación de los excesos,
vicios y conductas inapropiadas para ser y hacer a planitud.
9. Modernizar los centros hospitalarios encargados del tratamiento
de las personas con trastornos mentales, para que su experiencia
de curación sea realmente digna y constructiva y no un calvario
adicional a sus padecimientos.
10. Diseñar y discutir las políticas públicas de salud mental, con las
personas neurodiversas y no solo con los especialistas en la materia,
como condición de posibilidad para comprender lo que ellos
necesitan.
Muchos de estos lineamientos son, poder derecho propio, políticas en
sí mismas y, otros, principios que pueden adelantar políticas. De cualquier
modo, su nalidad última es la de revindicar a las personas neurodiversas
que padecen algún trastorno de salud mental, elevar su calidad de vida a
pesar de los impedimentos que imponen su condición y, al mismo tiempo,
incluirlos en la discusión política que toca directamente a sus proyectos
de vida, tal como demanda la construcción continua de consensos en una
sociedad democrática en el siglo XXI.
Conclusiones y recomendaciones
Todo esfuerzo por construir dialógicamente una política de salud mental
en el marco del nuevo humanismo del siglo XXI, se encuentra con dos
problemas fundamentales: por un lado, con los signicados predominantes
que históricamente se han construido en torno a la locura, entendida como
patología o trastorno que nubla, distorsionada o anula, la capacidad racional
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de las personas que padecen este mal. Esto es realmente importante si se
tiene en cuenta que, desde sus orígenes griegos, la política ha sido una
actividad estrictamente racional –susceptible a tratamiento cientíco– que
adecuada de forma lógica, nes y medios, recursas y actividades, planes,
proyectos y acciones concretas; de modo que, si la persona neurodiversa es
por completo no-racional no podría participar activamente en la discusión,
elaboración e implementación de las políticas que vendrían a responder a
su condición existencial particular.
Por otro lado, y como una consecuencia derivada de la anterior,
en mayor o menor media los gobiernos nacionales han olvidado su
compromiso para con las personas neurodiversas, quizá porque los
hacedores de políticas públicas son incapaces de comprender lo que viven,
sienten y necesitas estas personas hasta el punto de darles un tratamiento
que deja mucho que desear. En consecuencia, se recomienda a los
hacedores de políticas con responsabilidad en salud pública, desarrollar un
conjunto de investigaciones sociales que, mediante métodos etnográcos,
hermenéuticos y fenomenológicos, entre otros, pueden entender más allá
del dato estadístico tradicional, como estas personas entienden su realidad
y representan subjetivamente el mundo en el que están inmersos como
sujetos incomprendidos, marginados y excluidos.
No obstante, la mayoría de las personas adultas que en el mundo
global padecen hoy de trastornos mentales como: depresión, ansiedad,
estrés, anorexia, bulimia o autismo, entre otras, no están impedidos
cognitivamente para razonar, para evaluar críticamente sus condiciones
de vidas o para entender que situaciones les convienen y cuales no. En
este sentido, la mayoría de los neurodiversa son, en acto o en potencia,
ciudadanos que están en condiciones de participar en la construcción de
sus propias realidades, más allá de sus limitaciones de animo y de conducta.
Además, no se puede descartar del todo que, tal como indico Fromm (2001)
o el mismo Freud (1993), el modelo de sociedad en el que vivimos, con sus
contradicciones absurdas y sus diversas formas naturalizadas de violencia,
tiene mucha responsabilidad en la reproducción de los trastornos mentales.
Por último, la personas neurodiversa que sirvió de asesora en la
elaboración de esta investigación, propone que los trastornos mentales
deben ser conversados abiertamente en las sociedades contemporáneas, sin
sesgos, ni prejuicios, como condición de posibilidad para que las personas
y comunidades entiendan que, así como el cuerpo se enferma, de diabetes,
hipertensión arterial, gastritis o cualquier otra manifestación patológica,
que no es proclive socialmente a la estigmatización, la menta también lo
hace. En conclusión, se debe normalizar el tema de la salud mental en
las representaciones sociales del siglo XXI desarrolladas sobre la salud y
la enfermedad, con la rme convicción de que cualquier persona puede
llegar a sufrir en cualquier momento de su vida, cualquier trastorno neuro-
psicológico “sin estar loco”.
790
Serhii Ryk, Mykola Ryk, Svitlana Repetiy, Dolores Zavitrenko, Irina Makhnovska y Valentyna Kovalenko
Lineamientos generales para la construcción de una política de salud mental en el marco del
nuevo humanismo del siglo XXI
La expresión individual o colectiva de toda forma de neurodiversidad
no debe estar supeditada a lo que una sociedad determinada puede
considerar válido, deseable o correcto. De hecho, puede resultar muy
terapéutico y liberador para estas personas que sufren muchas veces en
silencio, puedan expresar abiertamente y sin tapujos lo que viven y sienten,
sin ser discriminados o maltratados por hacerlo. De ahí que, sus formas
de resistencia y expresión ante los valores dominantes deben surgir de
su subjetividad, posibilidades reales de ser y hacer o de la naturaleza del
mensaje que quieran comunicar a la comunidad de las que forman parte,
siempre y cuando no dañen en el proceso a nadie, ni se dañen ellos mismos
(Nikitenko et al., 2022).
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Esta revista fue editada en formato digital y publicada
en enero de 2023, por el Fondo Editorial Serbiluz,
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
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