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CUESTIONES POLÍTICAS
Vol. 40 Nº 72 (2022): 889-911
y organizaciones determinadas, facilitando el inicio así a la organización
política democrática. Pero los sistemas democráticos no son muy frágiles
y, por ello, su existencia se halla sometida a riesgos constantes que emanan
tanto del seno de los propios sistemas como de sus enemigos externos
(Gombert, 2010).
Por esto, los sistemas democráticos pueden derivar una serie de
problemas, de aspectos muy relevantes en el campo de la política y el
mundo social, entre estos problemas que puede abordar la democracia
son aquellos que se relacionan con la democracia representativa versus
la democracia participativa, a predominio de los ejecutantes sociales
sobre los ejecutantes políticos, así como los problemas que se suscitan
de la legitimidad democrática, la politización de la identidad educacional
y cultural, el n del comunismo o socialismo, la democracia versus la
Pobrezas y el subdesarrollo, entre otros (Arenas, 2006).
Cuando un sistema democrático en cualquier sociedad se coloca su “mejor
traje” de ilegalidad y de violencia; cuando la corrupción es prácticamente
una forma de vida y no un tipo de delito socialmente repudiado; cuando la
separación de poderes se vuelve difusa o inexistente; cuando los intereses
de la minoría prevalecen sobre el bien común de todos los ciudadanos, con
el pasar del tiempo, la democracia se constituye en oclocracia. Es decir,
esto se maniesta, cuando a pesar de los considerables contratiempos
socioeconómicos se hacen intolerables y las instituciones se enlan en
protección particular de un grupo de la sociedad, la democracia se degenera
y se transforma en una oclocracia (Matheus, 2012).
En la concepción de la denición de Oclocracia, es evidente que fue
el historiador griego Polibio quien gesto este concepto, ya exhibido
particularmente por Platón en su obra La República, seguidamente
Aristóteles con su ordenamiento de la estructuración de los sistemas políticos
en “puros y corruptos”. Pero fue el mismo Polibio quien concibió las teoría
de los sistemas políticos que el denomino: Anaciclosis (ciclos degenerativos
de formas de gobiernos en seis fases), ésta hipótesis especica un ciclo
vicioso-virtuoso, donde los Estados van cambiando para luego sufrir una
regresión en cada uno de los sistemas políticos ya instaurados (Monarquía-
Tiranía-Aristocracia-Oligarquía-Democracia-Oclocracia), en otras palabra
(Gobierno del Rey-Gobierno del tirano abusador y violento-Gobierno de los
mejores-Gobierno de unos pocos-Gobierno de todos-Gobierno demagogo)
(Bueno, 2018; Knoll, 2017).
Hoy en día por ser los sistemas democráticos frágiles su existencia se
halla sometida a riesgos constantes, es por ello que las democracias están
viviendo momentos de crisis, de cambios muy profundos y como sabemos
toda crisis implica un proceso de destrucción y construcción el cual nunca
es coexistente, un proceso en el que, al diagnóstico conocido de los vicios
presentes, a la certeza de las estructuras e instituciones viejas, se opone