Contaminación bacteriana en fluidos terapeuticos expuestos / Batallas–Canchig y col. ____________________________________________
2 de 5
INTRODUCCIÓN
La terapia con soluciones intravenosas es una condición clínica
muy importante en la Medicina Veterinaria que se determina por
la necesidad del paciente, esto incluye la composición del líquido,
el volumen, la velocidad y el sitio donde se requiere el uido; esta
terapia debe ser analizada y ajustada a cada paciente, siendo
reformulada y reevaluada de manera constante de acuerdo con el
estado del paciente y el criterio del médico veterinario [1]. Estas
soluciones son empleadas para restaurar el volumen intravascular,
corregir la deshidratación y como vehículo para la administración
de medicamentos [2], se clasican de acuerdo a la relación entre
tonicidad y plasma o por la capacidad de movilizar el agua hacia fuera
o dentro de la célula, considerándose isotónicos los uidos que se
aproximan a una osmolaridad de 290 mOsm·L
-1
, los uidos con una
osmolaridad mayor a 290 mOsm·L
-1
son denominados hipertónicos y
las soluciones hipotónicas son aquellas que poseen una osmolaridad
menor a 290 mOsm·L
-1
[3, 4].
Se dene una solución isotónica cuando el líquido intracelular (LIC),
posee la misma concentración de solutos que el líquido extracelular
(LEC), por lo que el volumen celular permanece igual y no existe efecto
alguno sobre la presión osmótica de las células [5, 6]. Son empleadas
en la aplicación de medicamentos por vía intravenosa y en la perdida
de líquidos como la deshidratación o hemorragias, recuperando así
el volumen del comportamiento intravascular [2]. Las soluciones
isotónicas más utilizadas en Medicina son el cloruro de sodio (NaCl)
al 0,9 % y el lactato de Ringer o Hartmann [7, 8].
El cloruro de sodio al 0,9 % es una solución isotónica de reposición y
mantenimiento compuesta por 154 mEq* de sodio·L
-1
*, 154 mEq Cloro·L
-1
y Agua (TABLA I) la cual está diseñada para; restaurar y equilibrar el
décit de hidroelectrolitos, como terapia en deshidrataciones por
perdida de cloro o en hiponatremias, pero su uso más frecuente es la
reposición inmediata de líquidos, la limpieza de heridas y como vehículo
para la aplicación de medicamentos intravenosos [9, 10].
La solución de Hartmann posee concentraciones de cloro 109
mEq·L
-1
, lactato 28 mEq·L
-1
y otros electrolitos como el calcio 3 mEq·L
-1
,
sodio 130 mEq·L
-1
y potasio 4m Eq·L
-1
(TABLA I). El lactato de Ringer
está indicado en la reposición de perdidas hidroelectrolíticas con
depleción del espacio extravascular como sucede en el secuestro de
líquidos o una deshidratación severa, y en el tratamiento de acidosis
metabólica por tener un efecto buffer y ser precursor del piruvato/
bicarbonato [9, 11].
Las soluciones hipertónicas poseen una osmolaridad mayor
al paciente, es decir aumentan la presión osmótica del plasma,
favoreciendo la movilización del LIC (líquido intracelular) hacia el
LEC (líquido extracelular) por el aumento de la osmolaridad, lo que
da un efecto de redistribución del agua fuera del compartimiento
del líquido intracelular, aumentando el volumen extracelular [12].
Las soluciones hipertónicas más usadas son el cloruro de sodio al
3 y 7,5 %, solución de dextrosa al 10; 20 y 50 % [13].
La terapia con uidos intravenosos pertenece al área de medicina
intensiva y está recomendada en condiciones clínicas signicativas,
debido a que esta vía la dispersión rápida del agua y electrolitos en una
dosis precisa [14], pero se recomienda un buen manejo antiséptico de
las soluciones y del catéter intravenoso, porque al ser contaminados
de microorganismos patógenos existe un alto riesgo de infección
al paciente si es que estas bacterias son ltradas en cavidades o
uidos corporales, por lo que el empleo de productos estériles y no
reutilizables se considera la mejor opción [7].
En Medicina Veterinaria se justica la reutilización de uidos
intravenosos al ahorro de recursos económicos y la prevención de
desechos hospitalarios [15], por lo que la reutilización de las mismas
bolsas de soluciones intravenosas en distintos pacientes se ha vuelto
una práctica diaria común en los hospitales y clínicas veterinarias
aumentado el riesgo de infección en los pacientes [16, 17].
En una investigación realizada por Díaz y Rubio, [2] donde se evaluó
la tasa de contaminación en tres soluciones intravenosas en un periodo
de 72 h en condiciones clínicas de un entorno veterinario, se obtuvo
un crecimiento nulo de bacterias en medios de cultivos estándar.
En una investigación similar en Medicina Humana, las soluciones se
colocaron en 2 ubicaciones, en la sala de emergencia y en la Unidad
de Cuidados Intensivos (UCI) durante 11 días, donde se punzaron
las bolsas 3 veces al día con una aguja estéril para simular el uso
clínico y se tomaron muestras del punto de punción y de la solución,
alcanzando el mayor índice de contaminación del puerto de inyección
(31,1 %) al día 7, y la contaminación de uidos al 2 y 4 día, vericando
que la mayor contaminación se dio en la sala de emergencia [15].
En otra investigación realizada por Haag y col. [18], las soluciones
intravenosas fueron ubicadas en zonas de alta contaminación de
clínicas y hospitales veterinarios, dando resultados positivos a varias
cepas bacterianas como Corynebacterium spp., Micrococcus spp.,
Pseudomonas spp. y Staphylococcus coagulasa negativo, entre el
cuarto y séptimo día.
El objetivo de esta investigación fue la evaluación de la tasa
de contaminación de tres soluciones intravenosas cristaloides,
durante un periodo mayor a 72 h en situaciones clínicas habituales
del ambiente veterinario.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se emplearon tres tipos de soluciones cristaloides: Lactato
de Ringer, dextrosa al 50 % y cloruro de sodio al 0,9 %, en una
presentación de 500 mL, con un empaque de policloruro de vinilo
(PVC). Las muestras se recogieron de cuatro centros veterinarios
de la ciudad de Quito – Ecuador, y se colocaron en un refrigerador
isotérmico portátil Coleman Alemania, con año de fabricación 2015
para ser remitidas a laboratorio Clínico Veterinario LABIGEN VET,
donde se realizó el cultivo y la identicación de bacterias.
TABLA I
Composición de uidos veterinarios comunes
Tipo de uido pH Composición mEq·L
-1
Buffer (s) Uso
Cloruro de
sodio al 0,9 %
5,5
154 mEq sodio·L
-1
Ninguno
Reposición y
mantenimiento.
154 mEq cloro·L
-1
Agua
Lactato de
Ringer
6,5
130 mEq sodio·L
-1
Lactato
28 mEq·L
-1
Reposición
de perdidas
electrolíticas.
4 mEq potasio·L
-1
109 mEq cloro·L
-1
3 mEq calcio·L
-1
28 mEq lactato·L
-1