Hematología y química sanguínea en perros con HAC / Guevara-Inga y Campos-Murillo_________________________________________________
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INTRODUCCIÓN
El hiperadrenocorticismo (HAC) es una patología endocrina
(hormonal) que se caracteriza por un elevado nivel de cortisol en
circulación sanguínea o hipercortisolemia. El HAC o síndrome de
Cushing como también se le conoce, representa la tercera causa
más frecuente de las enfermedades de orden endocrino en los perros
(Canis lupus familiaris) precedidos por el hipotiroidismo y diabetes
mellitus. O’Neill y col. [23] reportan una tasa de prevalencia que
oscila entre de 0,20 a 0,28% en América y Europa, respectivamente,
coincidiendo con otros investigadores [4, 10].
Esta patología se caracteriza por un aumento crónico de los
glucocorticoides (principalmente cortisol) circulantes en sangre, lo
cual a su vez genera una serie de alteraciones físicas y químicas en el
organismo, que afectan directamente la calidad de vida del paciente
que se ve rápidamente deteriorada [10, 11]. Los mismos comienzan
a sufrir cambios de comportamiento, presentando un cuadro clínico
que debe ser evaluado con un examen físico minucioso y solicitar
pruebas generales para diagnosticar el tipo u origen del HAC y su
respectivo tratamiento [11].
Aunque niveles adecuados de cortisol en sangre, ayudan a que los
individuos puedan responder de forma natural y normal, ante agentes
estresantes, para mantener el peso corporal de forma equilibrada,
poseer una estructura de los tejidos y de la piel en buenas condiciones
de apariencia, entre otros.
En cambio, cuando los niveles normales del cortisol se incrementan en
la circulación por prolongado tiempo, producto de una sobreproducción
de esta hormona, se debilita el sistema inmunológico y el cuerpo queda
expuesto a posibles infecciones y enfermedades, como por ejemplo
una diabetes mellitus; así mismo, esos niveles aumentados de cortisol
ocasionan daños irreversibles en otros órganos reduciendo de forma
importante la vitalidad y la calidad de vida del animal que padece este
síndrome [7, 14].
Es una endocrinopatía muy frecuente en los caninos y dada su
variedad de signos sintomatológicos, se hace difícil diagnosticarla sin
ayuda laboratorial y muchas veces puede ser confundida incluso con los
signos del envejecimiento (senilidad) normal que se lleva a cabo en los
seres vivos [11]. La sintomatología más frecuente pasa por poliuria que
es normalmente la causa de asistencia al centro veterinario, también
polidipsia, polifagia, obesidad localizada principalmente en tronco,
abdomen aumentado de tamaño y pendulante; así mismo, se destacan
muchos signos dermatológicos, tales como alopecias bilaterales y
simétricas, piel de aspecto apergaminado, protuberancias ásperas,
hiperpigmentación, retardo en la cicatrización de heridas y calcinosis
cutis [5, 11, 20]. Una vez evolucionado el cuadro médico, se aprecia
una clara intolerancia al ejercicio, agotamiento y predisposición a
infecciones producto de una inmunodepresión resultante [5, 29, 34].
Desde el punto de vista etiológico, el HAC puede deberse a
tres diferentes causas o tipología: el HAC hipóso-dependiente,
suprarrenal-dependiente o iatrogénico. El HAC hipóso dependiente
se cita como una patología debida posiblemente a tres posibles
causas, la primera debido a un adenoma hiposiario que en el 85% se
encuentra en la pars distalis o intermedia de la hipósis; la segunda
es una hiperplasia hiposaria que es una anomalía compleja y se
encuentra relacionada con el mecanismo de retroalimentación o
feed back del cortisol; por último, un adenocarcinoma hiposario,
que se cita como una etiología de poca frecuencia [20].
Hiperadrenocortisismo dependiente de la adrenal (ADH) se da
principalmente debido a tumores adrenocorticales funcionales,
entre los cuales se puede obtener los de adenoma adrenocortical
(AA), carcinoma adrenocortical (CA), hiperplasia adrenocortical
macronodular bilateral primaria (BMAH), enfermedad adrenocortical
micronodular no pigmentada (MAD) y enfermedad adrenocortical
micronodular pigmentada primaria (PPNAD), son aproximadamente
responsables del 15-20% de los HAC, los cuales producen un
incremento de cortisol sérico. De este grupo, cerca del 90% de los
casos son provocados por los tipos AA y/o CA unilaterales. Y el HAC
iatrogénico es debido a un exceso o prolongada administración de
glucocorticoides externos (orales, parenterales o tópicos), los cuales
provocan una atroa en la corteza adrenal, vía retroalimentación
negativa, el cual envía una señal al sistema nervioso central, indicando
que existe un incremento de los niveles de cortisol sérico, con la debida
respuesta de una disminución de secreción de ACTH por parte de la
adenohipósis, y por último se cita el HAC causado por anormalidades
secretorias en el hipotálamo aún no descrito en perros, pero si en
seres humanos [5 – 7].
Se han reportado ciertas predisposiciones de algunos factores
no-genéticos y genéticos relacionados con la aparición de HAC en
caninos; dentro de ella se cita la edad del paciente, indicando que se
presenta en perros mayores de 6 años de edad (ADE) a longevos, sin
embargo, se han reportado casos en individuos de mucha menor edad
[4, 8, 23]. Otro factor es el peso corporal, aludiendo que el 75% de los
perros con un peso menor a 20 kilogramos (kg) tienden a presentar
HAC hiposiario, mientras que, el HAC adrenal se ha registrado casi
un 50% en perros con un peso mayor a 20 kg, descartando esta teoría
como agente predisponente [5].
En el orden genético se indica que, aunque la patología se puede
presentar en perros de cualquier raza o sus cruces. Sin embargo, Schaer
[30] reporta la existencia de una mayor predisposición en perros de la
raza pequeña, destacándose las razas dachshund, caniches (bichon
frisé) y varias razas terrier. Por último, no existe una predilección con
respecto al sexo en el HAC, mientras que, las hembras tienen una ligera
predisposición del 60-65% que los machos [11]. Al igual que procesos
de manejo como la esterilización, que han sido contradictorias las
investigaciones tanto, hembras como machos [4, 18].
El diagnóstico del HAC se basa principalmente en la presencia
de signos clínicos y alteraciones biopatológicas (hemograma, perl
bioquímico, urianálisis, entre otros) [1]. En aquellos animales con un
alto grado de sospecha clínica se hace necesario realizar pruebas
endocrinas para conrmar el diagnóstico [11]. Debido que los síntomas
son fácilmente confundibles con otras patologías se debe diagnosticar
mediante exámenes y poder instaurar el tratamiento más adecuado
para el paciente bajo estudio [11].
De allí que el objetivo planteado en este trabajo consistió en
determinar el estatus en el perl hematológico y bioquímico de un
paciente con sintomatología de HAC que asisten a la clínica veterinaria
Mundo Animal de la ciudad de Cuenca, Ecuador, durante el lapso junio-
diciembre 2021.
MATERIALES Y METODOS
Unidad experimental
Este trabajo de investigación fue de tipo Descriptivo, en la cual se
utilizó como método, la recolección de datos a partir de las historias