Estudio de GEI uctuante en ganaderias lacteas de Paraguay / Martínez-López y col._________________________________________
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Cuando fue Estacionaria (por fuera), los niveles de CO
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uctuaban
en media de 440 ppm (DE 1,1); con temperatura media de -7,5 °C
y humedad relativa del 75,2 %. Ya para medición Inalámbrica (por
dentro), se obtuvieron valores medios de CO
2
de 1.230 ppm (DE
10,9); temperatura media de 8,2 °C y humedad relativa de media
83,9 %. Inalámbrica (por fuera), fue una media de 390 ppm (DE
2.4) para el CO
2
, una temperatura media -7,8 °C y humedad
relativa de media igual a 73,1 %. Para la medición Móvil (por
dentro), se observaron que los valores fueron para la media
1.625 ppm de CO
2
(DE 10,3) con 8,5 grados de temperatura y
89,7 % de humedad. Con otro equipo (Agilent Technologies 6890
GC, Santa Clara-California), en el mismo sistema de medición,
pero (por fuera) registró una media de 385 ppm de CO
2
(DE 2,6);
temperatura de -8,0 °C y humedad de 69,5 %.
Es probable que las variaciones también pudieran darse por
cuenta del tipo de equipamiento medidores de gases inteligentes,
conocidos como portátiles y “low-cost”, que pueden presentar
niveles distintos de sensibilidad y capacidad de captación [6]. Pero,
en denitiva, estos equipamientos son lo que, en un futuro no muy
lejano, serían utilizados por organismos ociales de control del
ambiente y organizaciones no gubernamentales ambientalistas,
para evaluar/medir los GEI emanados o uctuantes en ganaderías,
y determinar sobre ello, escalas de impuestos “verdes” para
compensación.
Por otro lado, los autores [23] señalan que el movimiento de las
vacas alrededor del edicio lechero junto con la multidireccional
naturaleza del aire a sus velocidades, estraticación de temperatura,
gas otabilidad, y el diseño estructural de la granja lechera fueron
las principales causas de variabilidad espacial en los galpones.
A su vez indican que la temperatura, la humedad relativa y las
concentraciones de gas fueron más bajas en las ubicaciones
exteriores del edicio a medida que uía el aire fresco a través de
las aberturas de ventilación del muro cortina. Así mismo, indican
que las concentraciones de gas y temperaturas aumentaron hacia
el centro del edicio de la lechería.
En el caso del CH
4
, Jungbluth y col. [12] mencionan que, en
las condiciones experimentales durante cuatro d en estación
fría, la concentración media CH
4
fue en promedio de 84 ppm,
que significa 14 unidades de CH
4
, arriba, que el sensor SEL
utilizado en este estudio, ya detectaría (a partir de 70 ppm).
Otros trabajos realizados por Teye y col. [24], muestran una
comparación entre calidad del aire de instalaciones lecheras y
microclimas observados para 14 galpones lácteos en Finlandia y
Estonia, donde los valores obtenidos fueron los siguientes: para el
microclima observado el CH
4
obtuvo un valor máximo de 223 ppm
(el equipo utilizado en este trabajo sí detectaría), mientras que
para el valor mínimo fue de 1,5 ppm, que no sería detectado por
el SEL considerado en esta investigación.
Cuando se analizan las frecuencias, las mayores para CO
2
se observan entre 200 y 300 ppm, pero si se visualiza en
la TABLA I, la media dada para este gas, fue de 325,80 ppm.
Según los estudios de Jungbluth y col. [12] se observan que,
en condiciones experimentales durante cuatro d (estación fría),
las concentraciones máximas y mínimas de dióxido de carbono
(CO
2
en ppm) fueron entre 974 y 1.480 ppm, con un promedio de
1.196. Cabe mencionar que el valor mínimo se acerca bastante
a los valores máximos (995,50 ppm) obtenidos en este estudio,
en Paraguay.
Según lo registrado por Madsen y col. [16], las mediciones dadas
por el equipo portátil GASMET 4030 (Gasmet Technologies Oy,
Pulttitie 8A, FI-00880 Helsinki, Finlandia), en un establo de vacas,
arrojó un valor de 3.880 ppm de CO
2
. Por otro lado, la Comisión
Internacional de Ingeniería Agrícola (siglas originales en francés:
CIGR) [7], reitera primero que el CO
2
producido por el metabolismo
de los animales y luego exhalado; describe en segundo término,
que la concentración de este gas es una medida de contaminación
general del aire interior y que, además la concentración de dicho
gas dentro de los galpones debe ser lo más bajo posible, ya que
el valor de cálculo asumido para el requisito de ventilación mínima
es de 3.000 ppm; reconociendo que pueden ocurrir uctuaciones
temporales. Destacan que, el aire exterior contiene 300 ppm de
CO
2
y el aire exhalado de pulmones humanos, contiene de 40.000
a 60.000 ppm. Esto proporciona un buen contexto.
Con relación a las recomendaciones dada por la CIGR [7],
Teye y col. [24], mencionan que las concentraciones de CO
2
estuvieron en el rango de niveles recomendados en todos los
galpones lácteos no aislados, destacando que la concentración
en edicios semi-aislados a veces aumenta más allá de 3.000
ppm. A su vez, también indican que la concentración promedio
general de CO
2
en el aire interior fue de 950 ppm, y el CH
4
fue
de 48 ppm para los 14 galpones estudiados por ellos. En algunos
casos, sin embargo, las concentraciones de CH
4
se acercaron
a 200 ppm, que puede ser considerada alta (en Paraguay, no
fueron alcanzados estos valores de CH
4
). Además, indican que
las mayores concentraciones de CO
2
y CH
4
se observaron entre
5 y 7 m por encima de las vacas, atribuidas a la acumulación de
gases a medida que escapaban por las aberturas de ventilación.
Harper y col. [11], observaron que la producción de CH
4
de novillas
en pastoreo fue 321,2 L·cabeza
-1
·d
– 1
, que corresponde a entre 7,7
y 8,4 % LEL del GEI, mientras que, cuando los mismos animales
fueron puestos en el corral de engorde y alimentados con una
dieta alta en granos, produjeron 98 L·cabeza
–1
·d
–1
equivalentes a
1,9 - 2,2 % LEL. Con respecto a la madurez del forraje, Robertson
y Waghorn [20], observaron que la producción de CH
4
de las vacas
lecheras que pastaban en praderas en septiembre (primavera)
fue entre 4,5 y 5,7 % LEL, mientras que se incrementó a 6 o 7 %
cuando las vacas pastoreaban en diciembre (verano) de la misma
temporada.
Según los datos reportados por Teye y col. [23], mencionan
que en la variación media del CH
4
(ppm) en el microclima de la
construcción lechera medida a varias alturas fueron los siguientes,
para una altura de 10 centímetros (cm) una media de 116 ppm,
a los 1 m un valor de 118 ppm, a los 2,5 m arrojó un promedio
de 127 ppm y, a una altura de 7 m una media de 127 ppm. En el
caso paraguayo, fue medido entre 1,5 y 2,5 m de altura del piso
del galpón lechero.
Según los resultados encontrados por Cole y col. [8], la
suplementación con proteínas de forrajes de baja calidad o el
aumento de la calidad de las dietas a base de forrajes reducirán
potencialmente la huella de carbono de la producción bovina,
y además, del CH
4
, que representa una pérdida de energía del
alimento que consume el animal: las calorías van al aire en lugar
de mantener al animal prosperando y produciendo carne y leche, en
este estudio 8 - 9 % de la energía bruta se perdió como CH
4
y el 4 -
5 % del Carbono diario ingerido por los novillos se perdió como CH
4
.
Según los estudios de Jungbluth y col. [12], mencionan que las
emisiones de CO
2
del ganado lechero muestran un curso diurno