Revista arbitrada de la Facultad de Odontología
Universidad del Zulia ISSN 1317-8245 / Depósito legal pp 200402ZU1595
Editora Jefe
Alexis Morón
Comité Editorial
Thaís Rojas de Morales
Rita Navas Olga Zambrano Ninoska Viera José L. Fereira Neira Chaparro
Comisión de Redacción y Estilo
Derlando Ruiz T.
Asesores Internacionales
Augusto Elías Boneta (Universidad de Puerto Rico) Lydia López (Universidad de Puerto Rico)
Román Carlos Bregni (Universidad de Guatemala) Alban Vélez (Universidad de Puerto Rico)
Otton Fernández López (Universidad de Puerto Rico) José V. Bagan S. (Universidad de Valencia, España) Alberto Arango (Universidad de Antioquía, Colombia)
Ángela María Franco (Universidad de Antioquía, Colombia) Julio Lavergne (Universidad de Puerto Rico)
Antonio Mena (Ministerio de Salud, República Dominicana) María Isabel Rodríguez (Universidad del Salvador)
Patricio Yépez (Organización Panamericana de la Salud)
Asesores Nacionales
Manuel Alvarado (Universidad del Zulia) Mario Pérez (Universidad del Zulia)
María A. de Aguarte (Universidad Central de Venezuela) Ricaurte Salom Gil (Universidad del Zulia)
Jesús Mosquera (Universidad del Zulia)
Luis Guevara (Universidad Central de Venezuela) Jorge Medina (Universidad Central de Venezuela) Clímaco Cano (Universidad del Zulia)
Heberto Jiménez Nava (Universidad del Zulia) Alejandro Mijares (FUNDACREDESA)
Rosario Montilva (Hospital Especialidades Pediátricas) Héctor Pons (Hospital Universitario)
Melivs Vizcaíno (Universidad del Zulia) Jesús Weir (Universidad del Zulia)
Ciencia Odontológica. Editora Jefa de la Revista: Dra. Alexis Morón Borjas. Universidad del Zulia. Instituto de Investigaciones de la Facultad de Odontología. Calle 65 esq. Av. 19 Edificio Ciencia y Salud,Tercer Piso. Maracaibo, Venezuela.
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Ciencia Odontológica
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Financiada por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (CONDES) de la Universidad del Zulia
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© Facultad de Odontología, Universidad del Zulia ISSN 1317-8245
Depósito legal pp 200402ZU1595
Engels Ortega
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Revista arbitrada de la Facultad de Odontología
Universidad del Zulia ISSN 1317-8245 / Depósito legal pp 200402ZU1595
Vol. 15 Nº 1 (Enero-Julio 2018)
1.- Desempeño docente en contextos clínicos-odontológicos.
Autores: Álvarez Montero Carmen Julia, Lozano Chávez Carelis Iquerín, Fox Delgado Mariela Andreina.
2.- Validación semiológica y predictiva de un modelo animal de alteraciones orofaciales inducidas por radiación.
Autores: Coram Guevara1, Ricardo Cárdenas2, Heberto Suarez-Roca2, Norberto Andrade3, Miguel Peña4
3.- Receptor tipo toll 2 en fluido crevicular de pacientes con periodontitis crónica.
Autores: Alejandra Moron, Viera Ninoska, Morales-Rojas Thais, Chaparro Neira, Fox Mariela.
4.- Inequidad social y salud-enfermedad, en su componente bucal: Revisión de la literatura.
Autores: Ada Chacín, Alexis Morón, Betsy González
5.-Alteración de la postura cráneo cervical y su asociación con las alteraciones del sistema estomatognatico Revisión sistematica.
Autores: Mariela Ramírez Olga Zambrano Eduary Rodulfo Luis Rivera
Acceso a la Declaración de México y al formulario adhesión institucional, individual, de revistas:
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Vol. 15 N° 1 (Enero-Julio 2018), Pág. 4-5
ISSN 1317-8245 / Depósito legal pp 200402ZU1595
¿Crisis o muerte de la universidad venezolana?
Dar respuesta a esta interrogante implica, perfilar los rasgos que caracterizan la situación de las universidades en la Venezuela de hoy. Una Venezuela que pareciera no ser la misma en la que nacimos, crecimos, educamos y formamos como docentes e investigadores, para conducir el proceso de enseñanza-aprendizaje de la generación de jóvenes considerados el presente y futuro, así como para generar y aplicar conocimiento científico, que contribuya con el desarrollo social del país, fortaleciendo a través de los ejes rectores del quehacer educativo, docencia, investigación y extensión, la función social de la universidad.
Es una tarea compleja, porque al hacerla, probablemente perdamos la objetividad científica privando los valores y juicios de quien escribe el editorial. Sin embargo, es tan evidente la crisis humanitaria de Venezuela, que redundar en ella está demás. Sólo concluir, que lo que pasa en la universidad venezolana es consecuencia de lo que pasa en el país.
Uno de los rasgos sobresalientes que determina el perfil del quehacer de las universidades, es el impacto de la inflación galopante producto de políticas equivocadas en el ámbito político, social y económico originada por la perversión de un sistema cambiario que mantiene en jaque toda iniciativa que permita motorizar y desarrollar el aparato productivo nacional.
Las universidades son factor fundamental en ese proceso de desarrollo por razones obvias, pero obviedad ésta que se pierde por la realidad misma que presenta el país en manos de quienes lo administran.
De ella egresa el capital humano que pondrá en práctica sus conocimientos y experiencias aprendidas. ¿Pero cómo es posible ello, cuando ese recurso humano, lejos de pretender ejercer como profesionales dentro de nuestro territorio, piensan más bien en emigrar, buscando nuevos horizontes y bienestar personal y familiar, invirtiendo su intelecto, energías y sueños en otros territorios alrededor del mundo? Y sumemos a ello, que quienes forman y entrenan a ese futuro profesional, también preparan sus alforjas para sumarse a la diáspora que se ha generado producto de esas políticas mal diseñadas e implementadas, ceñidas a burdas ideologías ortodoxas, vetustas y descontextualizadas en la historia.
El recinto universitario a nivel nacional se ha convertido en un espacio de lucha
Editorial
existencial de supervivencia del personal que va quedando dentro de ella en todas sus instancias, no alcanzando ningún tipo de bienestar donde las condiciones de vida se encuentran seriamente afectada fortaleciendo el ausentismo laboral. Y lo que es más triste aún, quedando huérfana nuestra universidad desde hace ya un tiempo del liderazgo que ha dejado mermar, por no decir perder en su totalidad.
Dentro de la comunidad universitaria un factor fundamental lo constituye el universo de estudiantes quienes dan vida y son la razón de ser de la institución, siendo éstos los que reciben el impacto de un proceso educativo, sesgado, deteriorado, carente de la calidad que le corresponde, y quienes también desertan y convierten a la universidad en un espacio vacío que se asocia a la soledad y oscuridad que no le es propia por naturaleza. Esa soledad y vacío generan un oscurantismo que bien se asocia a una muerte anunciada o ya existente.
Crisis humanitaria, inflación galopante, migración, diáspora, políticas mal diseñadas carencia de liderazgo, constituyen los factores que privan hacia la conducción de una universidad desmejorada en todos sus ámbitos,donde carece de la investigación que la sostiene,de la docencia y formación con discernimiento y del ejercicio de una extensión que pone al servicio de la sociedad todo lo que la institución hace para construir un país.Todo ello trae como consecuencia una universidad involucionada hacia un modelo profesionalisante, técnica, napoleónica, volviéndola a un pasado que la coloca en el atraso y deterioro como casa del saber.
De allí que volvamos al planteamiento inicial, ¿crisis o muerte de la universidad venezolana?Todo conduce a pensar en el segundo aspecto:su muerte.Sin embargo, hemos de resistirnos a ello. Ha existido por siglos, existe y seguirá haciéndolo. Más aún, si nos convertimos en sus guardianes permanentes y creemos en ella reafirmándola en su misión como conciencia crítica de la sociedad, con base a fundamentos éticos, morales y filosóficos que la hacen socialmente trascendente.
Hoy más que nunca, Venezuela necesita de su participación protagónica en el diseño y construcción de la arquitectura de un país que requiere de sus saberes y conocimientos para el desarrollo social como fundamento de vida.
Dra. Alexis Morón B. Editora Jefa