101Barboza et. al.,/ Ciencia Vol. 25, Número Especial (2017) 98-108
Scientic Journal from the Experimental Faculty of Sciences,
at the Universidad del Zulia Volume 25 Especial N° 3, 4, Julio - Diciembre 2017
En general, estos resultados demostraron la baja
diversidad orística de los manglares reportada
por diferentes investigadores (24, 26, 27), en
comparación a los bosques de tierra rme que los
rodean. En este sentido, se observó un cambio en
la presencia y dominancia de las especies a lo largo
del transecto Caño Morita – Gran Eneal que puede
estar relacionado con la inuencia de la marea, el
aumento de la salinidad, la naturaleza del suelo y el
nivel de inundación por agua del río Limón, factores
que explican comúnmente este tipo de patrones
espaciales en bosques de manglar (1, 2, 4, 7, 15).
Asimismo, coinciden con las armaciones de
investigaciones realizadas a lo largo de la costa
Pacíca en los cuales se han encontrado variaciones
en la composición orística de acuerdo con las
condiciones climáticas e hidrológicas en cada sitio.
Las investigaciones realizadas por Cardona & Botero
(32) han demostrado que la salinidad puede inuir
en las interacciones competitivas entre las especies.
Las distribuciones de las especies de plantas en
el manglar, en muchos casos, se pueden explicar
principalmente por gradientes de salinidad (28).
Lo anterior se debe a que las diferentes especies de
mangle presentan distintas adaptaciones morfo-
siológicas para tolerar ambientes salinos y
salobres e intercambiar gases en sustratos con baja
concentración de oxígeno, que explican sus patrones
de distribución según mayor o menor tolerancia a
estas condiciones (1, 2, 3, 24).
Atributos estructurales
La Tabla 3 indica las características estructurales
de cada una de las parcelas de 1600 m
2
, donde
se muestran que el mayor desarrollo estructural
(mayores abundancias y áreas basales) lo presentan
los manglares de la E1 y E3, a excepción de la altura
que en promedio es mayor en la E2.
En la E1 se encontró una densidad de 700 ind/
ha, de los cuales 675 ind/ha corresponden a arboles
de R. mangle, con un diámetro promedio de 18,4 ±
12,3 cm, una altura promedio de 16,4 ± 8,7 m y un
área basal de 25,94 m
2
/ha. Se identicaron otras
especies como Annona glabra y Pavonia paludicola
que no tienen un aporte signicativo a la estructura
del bosque (Tabla 3).
La E2, presentó una densidad de 380 ind/ha de
los cuales 262 ind/ha correspondieron a R. mangle
y 100 ind/ha a L. racemosa. En relación con los
diámetros promedios, estos mostraron valores
de 17,2 ± 6,4 y 12,8 ± 9,9 cm para R. mangle y L.
racemosa respectivamente. La altura y el área basal
fueron de 19,8 ± 6 m y 6,93 m
2
/ha en R. mangle y de
9,2 ± 6,2 m y 2,01 m
2
/ha en L. racemosa. La especie
Annona glabra está presente con 18 ind/ha.
La estación E3 mostró una densidad de 523
ind/ha, donde C. erectus presentó 431 ind/ha,
mientras que a L. racemosa correspondieron 92
ind/ha. Los diámetros tuvieron valores de 19,7 ± 8,7
cm y 12,5 ± 6,8 cm para C. erectus y L. racemosa
respectivamente, y en relación a la altura fue de
6,8 ± 1,8 m para C. erectus y de 7,3 ± 1,9 m en L.
racemosa. En la E3, el área basal de estas especies
mostró valores de 1,47 m
2
/ha en L. racemosa y
de 15,67 m
2
/ha en C. erectus. Los fustes de esta
última especie, dominante en la estación, en la
mayoría de los casos se desarrollaron paralelos al
suelo y presentaron numerosas raíces adventicias.
Esto podría ser considerado como un mecanismo
de propagación vegetativa que puede ayudar a
entender el desarrollo de estas comunidades en los
suelos inundados del Gran Eneal.
Con relación a la altura, la especie R. mangle en
la E2 presentó la mayor altura promedio 19,8 ± 6 m,
en comparación con los individuos de esta misma
especie en la E1 los cuales fueron de menor altura
promedio (16,4 ± 8,7 m), lo que indica la presencia
importante de individuos de bajo porte (≥ 2 m). Los
individuos de C. erectus dominaron en la E3, pero
su altura (6,8 ± 1,8 m) promedio fue menor a la de
L. racemosa (7,3 ± 1,9m). Por su parte, el resto de
las especies presentes (Annona glabra y Pavonia
paludicola), en la E1 y E2 mostraron alturas en un
rango de 3,2 ± 1,1 m a 4,7 ± 1m, considerado esto
como el estrato arbustivo.
Los atributos estructurales de la E1 son
comparables a los reportados para un rodal de
R. mangle localizado en la bahía El Tablazo (Edo.
Zulia, Venezuela), el cual presentó una densidad
comprendida entre 400 y 700 ind/ha, área basal
entre 26 y 36 m
2
/ha y una altura entre 18 y 23 m
(33). Por otra parte, Barboza et al. (15), reportaron
en el manglar de Punta de Palmas, Venezuela,
valores similares de área basal y altura (31,5 m
2
/
ha y 22,7 m) para un rodal con dominancia de la
especie R. mangle. Sherman et al. (34) estudiaron
manglares al noroeste de República Dominicana
donde la precipitación promedio anual es de 2.065
mm y reportaron rodales dominados por el género
Rhizophora con alturas promedio del dosel entre 18
a 30 m, con un área basal promedio de 23,8 m
2
/ha
un poco menor a la presentada en este estudio.
En relación con la E2, los resultados de la
estructura son comparables a los reportados para los
bosques de manglar localizados en la Costa Pacíca
de Centroamérica donde las áreas básales tienen
valores en un rango de 6 – 20 m
2
/ha y la altura fue
de 20 m (35).
Los atributos estructurales en la E3 son
aportados por la especie C. erectus, la cual
presentan una situación y forma de crecimiento
escasamente estudiada y no es comparable a los