ANARTIA, 25 (2013 “2015”): 7 - 9
ISSN: 1315-642X
Editorial
Decidí organizar estos comentarios sobre la edición del número
25 de la revista porque los artículos incluidos son de una diversidad
faunística muy particular. Quizás mi reservada intención sea el de
medio prologar o prolongar con algunos detalles el ensayo invitado,
un fascinante escrito que transcurre en una línea situacional e
histórica de la lucha por sostener y mantener el legado propio de las
Ciencias Naturales (frecuentemente desdeñado y constantemente
condenado en cada intento en nuestra región zuliana), moviéndose
incluso más allá de lo puramente regional y planteando de hecho una
visión totalizadora de grandes repercusiones globales. Anartia vuelve
con este número a su raíz nominal y desarrolla una publicación, con
un hallazgo novedoso en Lepidopterología (estudio de las maripo-
sas). Nuevas especies para la ciencia son descritas para el grupo de
los satíridos (Nymphalidae). Muchos investigadores en otras áreas
de las ciencias desestiman el estudio de este grupo de insectos, pero
¿pudieran estos vistosos animales estar alertándonos de eventos importantes
en este planeta? Recientemente a finales del año pasado la ciudad de
Maracaibo fue invadida por miles, quizás millones de mariposas,
estos alados artrópodos atravesaron la ciudad durante semanas, una
fenomenología observada con frecuencia durante mi niñez (pero no
tan numerosa) y que ayudaría a desarrollar en una nomenclatura
natural y coloquial de estos insectos (la chocolatera, la relojera, el
mediecito, el mamey, entre otros). Presenciaba y acechaba de
manera anual, con resonador de papel en una mano y rama de limón
en la otra, a estas inquietantes mariposas, de rápido vuelo, a veces
caótico, pero siempre entretenido. De pronto un buen día todo
disminuyó,o se detuvo totalmente, no exactamente qué pasó, pero
recuerdo que estos eventos nunca fueron tan masivos como lo
ocurrido durante el mes de septiembre del año 2014.
Se encuentra también en este número una contribución al cono-
cimiento reproductivo de las tortugas marinas en el estado Falcón, su
extensa zona de costa con playas de uso turístico, pocas veces había
sido sometido a un exhaustivo seguimiento para determinar la posi
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bilidad de anidación de estos grandes reptiles amenazados y mucho
más para esta región. Se publica igualmente un análisis de pesquerías
de una raya (pez cartilaginoso) en las costas del archipiélago Los
Frailes, situado al oeste de Margarita y frente a las costas de "Playa el
Agua". Tradicionalmente este pez ha sido aprovechado desde el occi
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dente al oriente del país, principalmente para realizar suculentos pla
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tos como el mojito o el pastel de chucho. Las rayas son desmenuza
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das y transformadas casi en una pasta que luego es comercializada en
muchos mercados. Hoy en día la disminución de las poblaciones de
estos elasmobranquios ha provocado que la preparación tienda a su
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primir las rayas y sean entonces reemplazadas por otros peces más
frecuentes, como las distintas especies de bagres (Siluriformes). El
grupo de los cetáceos también tiene su aparición en este número de la
revista, es en este grupo de animales donde se incluyen ciertamente
todos los delfines y toninas (mamíferos acuáticos) tanto marinos
como de agua dulce. Se presenta una reseña sobre la ocurrencia de un
género (Delphinus) de estos inteligentes y hábiles nadadores para las
costas del país.
Un trabajo resalta en este número por su importancia y segura-
mente se convertirá en un clásico de referencia obligatoria para todos
los especialistas en el estudio carcinológico o seguidores entusiastas
del mundo biológico de los cangrejos, se trata de la aparición y des-
cripción de seis nuevas especies de la Familia Pseudothelphusidae,
provenientes de una zona biogeográfica con gran interés evolutivo,
muchas veces tratadas como islas de un tiempo remoto, en este caso
particular nos referimos a la región del Pantepui al sur de Venezuela,
un lugar paradisiaco de grandes moles rocosas (tepuyes) cubiertas de
exuberante vegetación, ellos albergan un gran endemismo en diversi
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dad biológica.
Finalmente esta aparición de Anartia cierra con una corta nota
taxonómica, cuidadosamente acabada sobre la primera mención
para el país de un insecto acuático del género Latineosus (familia Cae
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nidae) y deja en evidencia el largo camino aún por recorrer y conocer
de nuestra entomofauna, en este particular para organismos ubica
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dos dentro del orden de los efemerópteros, su nombre ya indica su
Barros
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corta vida, únicamente pocos días (son efímeros), lo que dificulta su
estudio y encuentro.
Un largo y sostenido esfuerzo se ha hecho para avanzar sin re
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cursos financieros, pero con mística académica desde el número 24 al
25 de Anartia. Nos presentamos ante la comunidadmundial como un
órgano difusor del saber científico en ciencias naturales, amparado
por una institución museística que resguarda el patrimonio histórico
biológico de la región, pero a la vez extrañamente poco valorado por
las autoridades universitarias que nos acogen y dan el espacio para
nuestro desarrollo aunque con inmensas carencias.
Agradezco inmensamente a todos los miembros del equipo
editorial, revisores nacionales e internacionales así como también a
los investigadores que colaboraron con sus valiosos trabajos y
tuvieron la paciencia necesaria para ver finalizada y publicada cada
una de sus obras.
Tito Barros
Editor
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