
T. R. Barros & G. A. Rivas
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a otros investigadores a indagar sobre el destino de colec-
ciones históricas depositadas en nuestros museos y por sus
antiguos curadores. Prosigue un análisis craneométrico del
oso palmero u hormiguero (Myrmecophaga tridactyla),
mamífero que se distribuye desde Honduras hasta el Norte
de Argentina, actualmente erradicado de una porción de
Centroamérica. Este singular xenarthro, presenta tres sub-
especies: una en Centroamérica, donde la especie es actual-
mente rara; otra en norte y centro de Suramérica y por úl-
timo, la más enigmática, la subespecie artata del occidente
de Venezuela, conocida entre el oeste de Falcón y parte de
la región oriental del estado Zulia, aislada geográcamente
de otras poblaciones por los Andes y las tierras áridas fal-
conianas. Nunca había sido estudiada desde su descripción
en 1912, realizada por el mastozoólogo Wilfred Osgood.
Vale destacar que recientemente se produjo la noticia sobre
un boceto o dibujo de 1751 de un oso palmero procedente
de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo. Se dice que el
ejemplar ilustrado fue enviado a España, pero murió en la
difícil travesía oceánica por haber ingerido carne picada y
harina disuelta en agua, entre otros alimentos.
Veinticinco años después otro oso hormiguero proce-
dente de Argentina alcanzó la península ibérica como re-
galo para el Rey Carlos III. Ese individuo sobrevivió siete
meses y luego fue preparado por el taxidermista Juan Bau-
tista Bru, quien años más tarde publicaría dibujos esque-
máticos del animal. Aparentemente, el rey habría solicita-
do una ilustración de esta rareza a Rafael Mengs, primer
pintor de la corte, encargo que el artista delegaría al joven
Francisco de Goya. Un grabado seguramente basado en el
lienzo de Goya fue contratado por el viajero e hispanista
irlandés John Talbot Dillon, para ilustrar en 1780 su relato
de viajes a España. Queremos pensar que el erudito cervan-
tista fuese un familiar lejano de Hall Dillon III, uno de los
protectores principales de esta revista.
Siguen en este número dos artículos describiendo nue-
vos géneros, especies y subespecies de mariposas ninfálidas
de la subfamilia Satyrinae en Venezuela, así como otro
conteniendo descripciones de un subgénero y once nuevas
especies de escarabajos acuáticos hidrofílidos. Igual que en
números pasados, tenemos en la sección de reseñas históri-
cas, un estudio que recaba la trayectoria de las investigacio-
nes con jaguares en Venezuela, escrito por quienes han sido
los pioneros de esta actividad en el país, estudios iniciales
que repercutieron en la conservación de la especie dentro
de toda su área de distribución. Este felino tiene una his-
toria compleja en América, desde los relatos de viajeros, de
cazadores, hasta textos generales sobre la naturaleza, edu-
cación ambiental, conservación, artículos especializados,
revistas o libros de carácter cientíco. La distribución geo-
gráca de los grandes felinos se ha reducido notablemente
en los últimos años. En este estudio se evidencia que los
investigadores introdujeron un cambio de paradigma en
las investigaciones sobre el jaguar, que ahora se orientan
principalmente a descubrir procesos de su ecología me-
diante metodologías de última generación que ayudan a
darle protección a la especie.
La Selección del Editor, sección que poco se ha promo-
cionado, rescata estudios desarrollados hace algún tiempo,
pero que a pesar de los años trascurridos, tienen vigencia y
nos ayudan a una mejor comprensión del presente. En esta
oportunidad seleccionamos un estudio sobre tortugas ma-
rinas de las costas del estado Aragua. Continúa una nota
emergida del rescate de una rara fotografía de un oso fron-
tino (Tremarctos ornatus) cazado en las cercanías de Gua-
nare, la cual arroja luces para la reconstrucción de la distri-
bución histórica del único úrsido conocido en Venezuela.
Este registro nos alerta a una mayor conciencia en pro de la
conservación del piedemonte llanero y nos hará reexionar
sobre lo que hemos perdido por el impacto negativo acu-
mulado en nuestras regiones naturales. Sigue una reseña
del más reciente libro de Marcelo Sánchez-Villagra, sobre
el proceso de la domesticación animal. Este investigador de
amplios intereses se atreve a añadir a su extensa obra la gran
síntesis de un tema tan interesante como complejo, por su
asociación con el desarrollo de la civilización. Por último,
el obituario de Isrum Engelhardt (1941-2022), quien fue-
ra primordialmente una estudiosa de la historia del Tibet.
Su inclusión en Anartia obedece a que fue acuciosa investi-
gadora de la célebre expedición cientíca al Tibet dirigida
por Ernst Schäfer, biólogo, zoólogo y explorador alemán,
quien fundó la Estación Biológica de Rancho Grande en
Venezuela.
Quedamos agradecidos con los que hacen posible que
la revista siga en auge; autores, revisores, diseñadores, im-
presores y nancistas. Con su comprometida participación
podremos asegurar la difusión de las novedades zoológicas
y ciencias naturales en Venezuela.
Tito R. Barros & Gilson A. Rivas