Editorial
Así surge y se presenta a
nuestra comunidad la Revista Académica, una nueva concepción emergente
de publicación arbitrada que posibilita el consenso desde todos los ámbitos del
quehacer humanístico y educativo, resultado de una voluntad general, lo que la
convierte en un órgano informativo que busca la generalización de formas de
acción e intereses guiados por el prerrequisito del bien común. En este
sentido, tendremos siempre, como finalidad del discurso, la capacidad de
consensuar todas las decisiones derivadas del acto comunicativo que nos une
como educadores y como humanistas, de lo que se deduce que el principio
fundamental de la ética discursiva en Académica debe aspirar a tener
validez cuando todas las personas a las que afecta consiguen ponerse de acuerdo
en cuanto participantes de un discurso teórico-práctico del conocimiento
producto de la interdisciplinaridad.
Con una aparición
semestral, Académica pretende servir de foro y encuentro común para la
convivencia de las personas desde la riqueza de su heterogeneidad y el desarrollo
de iniciativas transformadoras a nivel educativo y social.
Es por ello, que en nuestra
agenda de trabajo aspiramos en un corto plazo, poder llegar a la mayor cantidad
de instituciones educativas tanto en el ámbito nacional como internacional. Así
mismo, indexarla en los más importantes registros de publicaciones arbitradas y
adecuarnos a los medios y culturas en el espacio latinoamericano y mundial,
publicando de manera simultanea tanto en formato
impreso como en formato electrónico.
Queremos agradecer el apoyo
de la Directora de la Escuela de Educación María Cristina García de Hurtado y
del Consejo de Facultad, presidido por la Decana Dorias Salas de Molina, por
creer y apoyar nuestro proyecto de publicación en el entendido de que este
espacio privilegiado para el encuentro, la reflexión y el aprendizaje
compartido se convertirá sin duda en una pieza clave del programa de gestión
que se viene desarrollando en la Escuela de Educación para promover no sólo los
trabajos de los docentes e investigadores de la escuela, sino de toda la
Comunidad Humanística.
Evoco la fe poética de un ilustre sevillano, Antonio Machado, para
quien “lo otro” tenía una evidencia irrefutable, acaso como signo de un mundo
integrado, pero identitariamente plural, capaz de enriquecer y enriquecerse a
través de todos los imaginarios y fortalecer y recrear nuestras democracias y
nuestras universidades.
Javier Meneses Linares
Editor- Jefe